El gobierno de Donald Trump planea cambiar el sistema de visados para trabajadores extranjeros calificados, un programa que se encuentra en el centro de una disputa entre los partidarios de línea dura en materia migratoria y los líderes de la industria tecnológica, dijo el nuevo director del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS).
En una entrevista con The New York Times, Joseph Edlow, director de USCIS, dijo también que el examen para obtener la ciudadanía estadounidense era demasiado fácil y debía cambiar.
“El examen, tal como está planteado ahora, no es muy difícil”, dijo Edlow el jueves. “Es muy fácil memorizar las respuestas. No creo que estemos cumpliendo realmente el espíritu de la ley”.
Edlow esclareció cómo funcionará la agencia que dirige el corazón del sistema de inmigración del país en el segundo mandato del presidente Trump, en un momento en que el presidente ha ordenado una amplia represión a la inmigración y una campaña de deportaciones masivas.
El programa de visados H-1B para trabajadores extranjeros ha sido objeto de un encarnizado debate al interior del Partido Republicano. Edlow dijo que debería favorecer a las empresas que planean pagar salarios más altos a los trabajadores extranjeros.
Los cambios al sistema que se han propuesto podrían ayudar a aliviar las críticas de quienes, en el ala derecha del Partido Republicano, afirman que el programa trae trabajadores dispuestos a aceptar salarios más bajos que los trabajadores estadounidenses. La semana pasada, el vicepresidente JD Vance criticó a las empresas que despiden a sus propios empleados y luego contratan a trabajadores extranjeros.
Pero algunos de los partidarios más destacados de Trump en la industria tecnológica han dicho que dependen del programa porque no pueden encontrar suficientes trabajadores estadounidenses calificados.
“Realmente creo que la forma en que debe utilizarse la H-1B, y esta es una de mis frases favoritas, es, junto con muchas otras partes de la inmigración, para complementar, no suplantar, la economía estadounidense y las empresas y trabajadores estadounidenses”, dijo Edlow.
Históricamente, se conceden 85 mil visas para contratar a los llamados trabajadores extranjeros altamente calificados en empresas mediante un proceso de lotería. Los cambios propuestos por Edlow tendrían que ser aprobados mediante el proceso de elaboración de normas del Gobierno federal.
Doug Rand, ex funcionario de la administración de Joe Biden, dijo que cambiar el proceso H1-B para favorecer a los trabajadores con salarios más altos era un error.
“Nos guste o no, el programa H-1B es la principal forma que tienen las empresas estadounidenses de contratar a los mejores y más brillantes graduados extranjeros de las universidades estadounidenses, y el Congreso nunca permitió que el DHS favoreciera la balanza en función del salario”, dijo refiriéndose al Departamento de Seguridad Nacional por sus siglas en inglés.
Edlow también dijo que el Gobierno quería cambiar el examen de naturalización que se les exige a los futuros ciudadanos estadounidenses.
En la actualidad, los migrantes estudian 100 preguntas de educación cívica y luego deben responder correctamente a seis de 10 de esas preguntas para aprobar esa parte del examen. Durante el primer gobierno de Trump, la agencia aumentó el número de preguntas y exigió a los solicitantes que respondieran correctamente a 12 de 20 preguntas.
Edlow dice que la agencia tiene previsto volver pronto a una versión de ese examen.
Tras un breve mandato al frente del USCIS en calidad de interino en 2020, Edlow ha sido confirmado por el Senado para dirigir la agencia que tiene competencia en la certificación de ciudadanía y los visados de trabajo, así como el aparato de refugiados y asilo.
“Creo que debe ser absolutamente un balance positivo”, dijo Edlow sobre la migración en Estados Unidos. “Y si nos fijamos en las personas que vienen, que vienen especialmente para impulsar determinados programas económicos que tenemos y beneficiar de otros modos el interés nacional, eso es absolutamente de lo que tenemos que ocuparnos”.
En el primer mandato de Trump, USCIS dificultó que los migrantes que utilizan prestaciones públicas obtuvieran tarjetas de residencia permanente, conocidas como ‘green cards’ (Edlow dijo que no pensaba reactivar esta medida). Los responsables de asilo de la agencia se enfrentaron a cambios en el sistema de asilo –para restringir las protecciones– que, en ocasiones, fueron bloqueados por los tribunales federales.