El monitor en el tobillo es el principal método de vigilancia utilizado actualmente por el Área de Responsabilidad (AOR) de El Paso en las personas migrantes se encuentran en libertad dentro de Estados Unidos, como parte del programa Alternativas a la Detención (ATD) del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Según los datos oficiales difundidos por el proyecto de inmigración “Transactional Records Access Clearinghouse” (TRAC) de la Universidad de Syracuse, hasta el 12 de julio de 2025 había 182 mil 822 personas migrantes monitoreadas en todo Estados Unidos, cerca de 24 mil de ellas con un GPS en el tobillo; mientras que en El Paso son mil 535 las personas vigiladas, 836 -más de la mitad- con un monitor en el tobillo.

De acuerdo con medios estadounidenses, el ICE ordenó recientemente a su personal incrementar drásticamente el número de migrantes que deben portar monitores GPS en el tobillo, como parte de la ampliación de la vigilancia de personas que la administración Trump busca deportar.

Los datos de ICE muestran que en el último año el número de personas migrantes dentro del programa ATD ha ido a la baja en El Paso, ya que las mil 535 personas registradas hasta el 12 de julio de 2025 representan apenas el 27.29 porciento de los migrantes que eran monitoreados el 13 de julio de 2024, cuando sumaban 5 mil 623 personas dentro del programa.

En julio sumaron 836 personas con un monitor de tobillo, con un promedio de 330 días en el programa; 485 a través de un “Smart Link” o un “enlace inteligente”, una aplicación para teléfonos inteligentes que utiliza reconocimiento facial para confirmar la identidad y monitoriza la ubicación mediante GPS, con un promedio de 589 días en el programa; y 214 con una pulsera en la muñeca, con un promedio de 335.3 días.

En cambio, en julio de 2024 sumaban 3 mil 263 las personas que contaban con un monitor de tobillo, con un promedio de 70.5 días; mil 932 con un “Smart Link”, con un promedio de 149 días; 389 una pulsera en la muñeca, con un promedio de 62 días; 36 eran identificados por voz; dos sin ninguna tecnología y uno más con tecnología dual.

De acuerdo con ICE, “los ATD existen para garantizar el cumplimiento de las condiciones de liberación” y “los adultos de 18 años o más que hayan sido liberados de la custodia del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS) y que, por lo general, se encuentren en proceso de deportación o sujetos a una orden final de deportación, pueden ser elegibles para inscribirse en los programas ATD del ICE”.

Históricamente, los oficiales estadounidenses han revisado varios factores para tomar la decisión de inscribir a los migrantes en los programas, como su historial penal, migratorio y de supervisión; y lazos familiares o comunitarios; condiciones de cuidador o proveedor, así como consideraciones humanitarias o médicas.

Migrantes han relatado a El Diario haber sentido desde incomodidad y dolor en el pie debido a la portación de un monitor en el tobillo, incluso hasta depresión.

Heceylys, una venezolana de 30 años, narró en febrero pasado que permaneció ocho meses con un monitor en el tobillo en Nueva York, hasta que decidió moverse a Denver para que se lo quitaran, debido a que incluso estuvo hospitalizada debido a que le provocaba dolores físicos y también malestar emocional.

“Me pusieron el grillete en el tobillo, me dijeron que me lo iban a quitar en dos meses, pasaron ocho meses y nunca me lo quitaron. Me enfermaba, me dolía el pie, me llevaron al hospital y ellos decían que no tenía nada, pero estaba muy apretado y eso botaba como un calorcito y eso me hacia doler como que por dentro del pie y de la rodilla, y ellos decía que no tenía nada, hasta que nos dijeron que en Denver no aceptaban ese grillete”, relató.

Dijo que a los dos días de llegar le quitaron el monitor e inmediatamente mejoró física y anímicamente.

“Alexander”, un venezolano quien después de dormir una noche en el bordo del río Bravo, a finales de abril de año pasado cruzó la frontera de manera irregular para entregarse con los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso, narró que él permaneció detenido dos días y luego fue liberado en El Paso con un monitor de tobillo.

“En el grupo estábamos como 40 y se lo pusieron a todo el mundo, a señores como de 60 y pico de años igual también, solo a una chica no se lo pusieron y era porque ella tenía 21 años y su hijita tenía un año, pero fue la única que yo vi que no le pusieron. Ellos decidieron, agarraron un cuarto completo en donde habíamos 40 y a todos nos lo pusieron”, relató.

“Una amiga me dijo que ella tardó un mes y piquito con eso y ya le estaban saliendo hasta ronchas. A mí como me lo quitaron rápido sí me incomodaba, en cinco días ya me estaban saliendo ronchitas también, me lo pusieron bien ajustado, tanto que para ponerme una media larga era bastante complicado, sí es bastante molesto”, compartió el sudamericano.

Según las estadísticas oficiales del gobierno de Estados Unidos, durante los primeros nueve meses del año fiscal 2025, USBP Sector El Paso registró una disminución en las detenciones de migrantes del 80.2 por ciento, al pasar de 218 mil 723 de octubre de 2023 a junio de 2024 a 43 mil 321 de octubre de 2024 a junio de 2025.

Además, durante mayo y junio, el gobierno de Trump destacó que ninguna de las personas que detuvieron los agentes de la Patrulla Fronteriza fue puesta en libertad.

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