Un sacerdote nacido y criado en El Paso está entre los ocho finalistas del Premio Lumen Christi 2025, el máximo reconocimiento que otorga la Sociedad de Extensión Católica a nivel nacional a quienes “irradian y revelan la luz de Cristo presente en las comunidades que sirven”.

Monseñor Arturo Bañuelas, de 70 años, fue seleccionado entre 41 nominados por su extraordinaria labor de casi cuatro décadas formando líderes laicos en la Diócesis de El Paso.

Su Instituto Tepeyac ha capacitado a más de 72 mil personas desde su fundación, convirtiendo a prácticamente todas las parroquias de El Paso en beneficiarias de su visión pastoral.

La historia del monseñor Bañuelas es la de un “Hijo del Trueno” moderno, como él mismo se describe inspirándose en el apodo que Jesús dio a los apóstoles Santiago y Juan por sus temperamentos fogosos. Su impacto en la Iglesia Católica estadounidense ha sido, literalmente, “atronador”.

Todo comenzó en 1988, cuando Bañuelas regresaba de obtener su doctorado en la Universidad Gregoriana de Roma. Durante un retiro de discernimiento en la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México, subió al cerro donde la Virgen María entregó las rosas a Juan Diego. Fue ahí donde se cristalizó su visión: crear un programa de formación ministerial para laicos en su diócesis natal.

“Los programas de formación no fueron fundados como respuesta a la escasez de sacerdotes”, explica Bañuelas en su filosofía ministerial. “Fueron fundados en la inspiración del Concilio Vaticano II y el llamado del concilio para que los laicos asuman una respuesta madura y responsable a su vocación bautismal”.

En aquella época, existía muy poca educación ministerial laica en la diócesis. El monseñor armó un equipo que encuestó a 2,200 feligreses y sus párrocos, descubriendo un tremendo apoyo para un programa de formación laica. La respuesta fue abrumadora: más de 1,200 personas participaron en las primeras clases ofrecidas.

Trascendiendo fronteras

Durante los siguientes 37 años, el Instituto Tepeyac se convirtió en el corazón de la formación ministerial en El Paso. Casi el 100% de las parroquias de la ciudad han enviado feligreses a Tepeyac, y cada parroquia cuenta con ministros entrenados por el instituto.

El alcance del programa es impresionante. Ofrece capacitación para ministros de comunión, lectores, catequistas, preparación matrimonial y bautismal, RICA (Rito de Iniciación Cristiana para Adultos), ministerio musical, preparación de quinceañeras y ministerios de anulación y visitas carcelarias. Todas las clases se ofrecen en inglés, español y lenguaje de señas cuando es necesario.

La Sociedad de Extensión Católica ha proporcionado apoyo continuo para mantener estos programas accesibles para todos, sin importar su situación económica.

El legado de un visionario

Bañuelas sirvió como sacerdote durante 46 años antes de retirarse en 2022, pero su legado continúa impactando la vida católica no solo en El Paso, sino en todo Estados Unidos. Su modelo de formación laical ha sido estudiado y replicado en otras diócesis.

El Premio Lumen Christi, que será anunciado próximamente, reconoce a personas que han dedicado sus vidas a servir en comunidades católicas aisladas o con recursos financieros limitados. Para el monseñor Bañuelas, ser finalista representa el reconocimiento a décadas de trabajo silencioso pero transformador.

“La misión del Instituto Tepeyac era ayudar a los laicos a tomar su papel legítimo en la vida y misión de la Iglesia”, resume su filosofía pastoral.

En una época donde la Iglesia Católica enfrenta múltiples desafíos, la historia de Bañuelas demuestra que la verdadera fortaleza de la institución radica en empoderar a los fieles laicos para que asuman roles de liderazgo en sus comunidades.

Los 72 mil laicos formados por su instituto son el testimonio viviente de que un “Hijo del Trueno” puede generar ondas de transformación que se extienden mucho más allá de las fronteras de una diócesis fronteriza.

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