En un gesto cargado de simbolismo histórico, Ituriel Moctezuma Romero, portavoz y representante de la Casa y familia descendiente del emperador Moctezuma II, visitó la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso, donde sostuvo un encuentro con el historiador estadounidense Al Borrego. La reunión se convirtió en un espacio de reflexión sobre la Conquista, la herencia cultural y los vínculos entre pueblos a lo largo de los siglos.

Borrego, estudioso y promotor del Camino Real de Tierra Adentro –la ruta que unió la Ciudad de México con Santa Fe, Nuevo México, durante la época virreinal–, compartió con Moctezuma los resultados de su más reciente gira por España, donde impartió conferencias sobre la presencia hispana en la región de Paso del Norte.

Como símbolo de hermandad, el historiador entregó un anillo fabricado con una moneda de plata del Calendario Azteca al tataratataranieto del emperador azteca Moctezuma, en un encuentro realizado en el monumento de la icónica ‘Equis’, en Ciudad Juárez.

“Te entrego este presente en reconocimiento a este sofisticado sistema de medición del tiempo que combina ciclos solares y rituales, reflejando la cosmovisión y creencias de la cultura mexica”, expresó Borrego a su invitado.

“Es un gran gozo tener el privilegio de saber de dónde venimos, cuando en el mundo actual la mayoría apenas recuerda a su bisabuelo. Pero también es una carga, porque los descendientes de Moctezuma tenemos la responsabilidad de no avergonzar a nuestros ancestros, de mantener la estatura moral de un linaje noble y digno”, respondió Moctezuma Romero.

En su charla con el también descendiente del legendario guerrero apache Gerónimo, sostuvo que todos los imperios han dejado luces y sombras en la historia humana.

“El imperio mexica se levantó con guerras, al igual que el español. No hay imperio construido sólo con buenas acciones. Ser maduros implica reconocer tanto lo bueno como lo malo de cada uno”.

Advirtió que en la actualidad otros imperios, como el estadounidense, buscan invisibilizar el legado hispano en el Suroeste de Estados Unidos, del mismo modo en que antes se intentó ocultar el esplendor mexica.

Además de su papel como representante de la familia, Ituriel ocupa cargos tradicionales como gobernador indígena de la Ciudad de México, portavoz mexica de la Organización Mundial de Pueblos Originarios y miembro del Consejo Mayor del Pueblo Mexica. Su labor combina la defensa cultural, la investigación histórica y el diálogo con comunidades y autoridades.

Para Moctezuma Romero, España debe ser juzgada por su proceder a partir de 1531, con la instauración de la Nueva España, y no por los actos individuales de los conquistadores. En ese sentido, cuestionó la llamada “leyenda negra” que presenta una imagen unilateral y cruel de los españoles, y llamó a matizar la historia.

Uno de los puntos más relevantes de su reflexión es la distinción entre las acciones de Hernán Cortés y las de España como nación.

“Cuando Cortés llegó a estas tierras, España como tal no existía; existía Castilla. Y aun si hubiera existido, él no fue enviado por los Reyes Católicos. Actuó por cuenta propia y, en mi opinión, se equivocó al dejarse mal aconsejar. Su idea inicial era aliar al emperador Moctezuma con Carlos V, pero terminó haciendo lo contrario y desató una guerra”.

El descendiente recordó que Moctezuma II trató con hospitalidad a Cortés y sus hombres: “Jamás se les maltrató; se les recibió con regalos, comida y hospedaje. Ahora toca a España corresponder esos gestos de fraternidad que nuestros ancestros mostraron desde el primer encuentro”.

En su visión, rescatar la memoria de aquel momento en que Moctezuma y Cortés fueron aliados y amigos podría ser el verdadero resarcimiento histórico: una alianza fraterna entre México, España y los pueblos que hoy habitan los territorios unidos por el Camino Real de Tierra Adentro.

Visiblemente emocionado, recordó que el 26 de julio de 2025 marcó la primera celebración conjunta –entre ciudadanía, pueblos originarios y Gobierno– del 700 aniversario de la fundación de México-Tenochtitlán, una fecha que desde ahora será oficial y conmemorativa. Para Moctezuma Romero, este hito es prueba de la vitalidad de la cultura mexica:

“Nuestros ancestros fundaron Tenochtitlán mediante un pacto con los dioses del Anáhuac, y ese pacto es eterno. La Ciudad de México no es sólo la heredera de Tenochtitlán: es su continuación”.

En su estancia en la frontera, Moctezuma Romero hizo un llamado a construir un relato compartido: “No se trata de cambiar la historia, sino de poner más atención en lo que nos une que en lo que nos divide”.

Y concluyó: “México le debe mucho a España, y España le debe mucho a México. Si logramos explicarlo sin exageraciones, volveremos al punto en que Moctezuma y Cortés estuvieron a nada de sellar una verdadera alianza fraterna entre Europa y el Anáhuac”.

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