Naciones Unidas— Acusó a los ambientalistas de querer “matar todas las vacas”. Insultó personalmente al alcalde musulmán de Londres. Atacó a aliados y enemigos alrededor del mundo. Cuestionó si las Naciones Unidas siquiera deberían existir.
“¿Cuál es el propósito de las Naciones Unidas?”, preguntó el presidente Donald Trump a una reunión de la Asamblea General de la ONU el martes, en un discurso divagante de 56 minutos que se extendió casi cuatro veces más que su límite de tiempo asignado.
“Soy muy bueno en estas cosas”, dijo Trump. “Sus países se están yendo al infierno”.
En sus comentarios, Trump sermoneó a las Naciones Unidas y a otros países sobre cómo están fallando y expuso una lista de agravios. Eso incluyó pero no se limitó a: una escalera mecánica que no funcionaba en la ONU; el no haber ganado un contrato de renovación en las Naciones Unidas durante su tiempo como desarrollador inmobiliario; molinos de viento, las políticas de inmigración de otros países, que afirmó los estaban llevando a la ruina; y la manera en que Brasil está siendo dirigido.
La Casa Blanca había presentado el discurso de Trump ante la 80 sesión de la Asamblea General como una oportunidad para que el presidente expusiera su visión sobre cómo Estados Unidos debería ejercer su poder en el extranjero.
Pero el teleprompter de Trump funcionó mal desde el principio, y aunque parecía estar leyendo el discurso, frecuentemente rompía en improvisaciones.
Política y quejas personales
Se discutió algo de política. Anunció un nuevo esfuerzo para hacer cumplir la convención de armas biológicas que usaría “verificación por IA”, y dijo que quería “un cese del desarrollo de armas nucleares”.
Trump también emitió una nueva advertencia: que el Ejército estadounidense continuaría jugando el papel de juez, jurado y verdugo al matar sospechosos de contrabando de drogas que operan en aguas internacionales. “Los volaremos hasta la extinción”, advirtió a cualquiera que traslade drogas fuera de Venezuela.
Pero pasó casi una cuarta parte de su tiempo atacando los esfuerzos para abordar el cambio climático.
Trump socavó el consenso científico sobre el cambio climático, diciendo que fue “hecho por gente estúpida”. Celebró el retiro estadounidense del Acuerdo de París y también el “carbón limpio y hermoso”. Habló sobre las exportaciones de energía estadounidenses y agregó que “gran parte del mundo se ha aprovechado de Estados Unidos, pero ya no más”.
Y Trump calificó al cambio climático como la “estafa más grande” jamás perpetrada en el mundo y afirmó que los ambientalistas están dispuestos a eliminar las vacas de Estados Unidos.
“'No más vacas –ya no queremos vacas'. Supongo que quieren matar todas las vacas”, dijo Trump.
Ataques religiosos y culturales
Brevemente se dirigió al tema de la religión, afirmando falsamente que los líderes musulmanes en Occidente están planeando instituir la ley Shariah, mientras proclamaba que el cristianismo es la “religión más perseguida del planeta”.
Según la Casa Blanca, Trump siempre había planeado atacar “instituciones globalistas” en su discurso. Desde asumir el cargo, ha hecho cambios drásticos al enfoque estadounidense de la política exterior.
Ha evitado en gran medida el uso del “poder blando” no militar, recortando severamente la ayuda exterior y desmantelando la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID). Ha declinado pagar más ayuda para apoyar a Ucrania a repeler la invasión de Rusia o tratar de poner límites a la campaña militar ampliada de Israel en la Franja de Gaza. Y ha dicho a líderes autoritarios de otros países que Estados Unidos ya no se sentará a juzgarlos.
Tensiones con aliados
Varios aliados cercanos de Estados Unidos emitieron lo que equivale a una reprimenda esta semana de su visión de actuar solo, uniéndose a la mayor parte del organismo de la ONU para reconocer a Palestina como un Estado y arriesgándose a la ira del presidente, quien se ha opuesto rotundamente a tal medida.
El presidente, por su parte, ha dejado claro que quiere tener poco qué ver con gran parte del mandato de la ONU. Ha retirado a Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, y ordenó una revisión del papel de Estados Unidos en la organización.
La administración Trump recuperó 1 mil millones de dólares (18 mil millones de pesos) en financiamiento para la ONU e informó al Congreso de su intención de cortar otros $1 mil millones de dólares, agregando a un déficit de financiamiento en las Naciones Unidas.
Búsqueda del Premio Nobel
Pero al mismo tiempo, Trump ha insertado a Estados Unidos en negociaciones de paz en conflictos alrededor del mundo, incluyendo la guerra en Gaza. El presidente también ha mostrado disposición a usar una demostración rápida de fuerza, como lo hizo cuando ordenó ataques aéreos en las instalaciones nucleares de Irán.
Trump, quien está en búsqueda abierta de un Premio Nobel de la Paz, promocionó su papel en lograr varios acuerdos de paz o ceses al fuego durante su discurso, incluyendo un acuerdo entre Armenia y Azerbaiyán, y Ruanda y Congo.
Luego argumentó que estaba haciendo, como trabajo secundario, lo que la ONU debería hacer. “Tristemente, en todos los casos, Naciones Unidas ni siquiera trató de ayudar en ninguno de ellos”, dijo, agregando que “todo lo que obtuve de las Naciones Unidas fue una escalera mecánica en el camino hacia arriba que se detuvo justo en el medio”.
Afirmó que todo lo que hacen las Naciones Unidas es escribir “cartas fuertemente redactadas” y hablar en “palabras vacías”.
“Es triste que tuve que hacer estas cosas en lugar de que Naciones Unidas las hiciera”, dijo.
Agenda diplomática intensa
También en su agenda del martes estaban reuniones con el secretario general de la ONU António Guterres, el presidente Volodymyr Zelenskyy de Ucrania, el presidente Javier Milei de Argentina y la presidenta Ursula von der Leyen de la Comisión Europea. También se reunía con los líderes de Qatar, Arabia Saudita, Indonesia, Turquía, Pakistán, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos y Jordania.
Durante su discurso, Trump atacó a los aliados estadounidenses que estaban reconociendo un Estado palestino. Dijo que esos países deberían unirse alrededor de un mensaje a Hamas: “Liberen a los rehenes ahora”.