La calma del complejo de apartamentos Commissioner’s Corner, ubicado en el 10700 Montana, en el Este de El Paso, se transformó en miedo y zozobra la noche del lunes, cuando una pelea entre adolescentes terminó en un tiroteo que dejó cinco menores heridos, una de ellos en estado crítico.
El hecho ocurrió alrededor de las 9:00 p.m. en el área verde del vecindario, cuando un grupo de jóvenes comenzó a discutir y uno de ellos sacó un arma de fuego, haciendo varias detonaciones que se escucharon en toda la zona. Según la Policía de El Paso, el agresor, de 15 años, se encuentra bajo custodia.
«Escuché al menos diez disparos. Me encerré con mis hijos en la recámara porque no sabía si los tiradores podían entrar a los departamentos. Fue aterrador», relató una madre de familia.
El portavoz del Departamento de Policía de El Paso, Adrián Cisneros, confirmó que de las cinco víctimas –todas de entre 15 y 17 años– cuatro se encuentran fuera de peligro, mientras que una joven permanece hospitalizada en condición crítica.
Comunidad en alerta
La balacera puso en alerta a decenas de residentes, muchos de ellos familias jóvenes que habían elegido este complejo recién construido por HOME, la Autoridad de Vivienda de El Paso, como un lugar seguro para vivir. Sin embargo, la violencia de la noche del lunes despertó el temor de que pandillas juveniles estén asentándose en la zona.
“Da miedo pensar que chicos del mismo vecindario estén involucrados con pandillas y tengan armas. Este lugar se veía tranquilo, pero ahora no sabemos en qué nos metimos al mudarnos aquí”, dijo un vecino que también solicitó no revelar su nombre.
Otra madre aseguró que varios niños no asistieron a la escuela al día siguiente por el trauma que les generó el ataque. “Mi hijo pequeño aún llora cuando escucha un ruido fuerte; piensa que son disparos. ¿Cómo explicarle que no está en peligro si ni nosotros estamos seguros?”, lamentó.
Un problema creciente
De acuerdo con autoridades y líderes comunitarios, la violencia juvenil y la presencia de pandillas no son fenómenos aislados en Commissioner’s Corner. En diversas zonas del Este y Noreste de El Paso, residentes han reportado un incremento en la presencia de grupos juveniles conflictivos que, en algunos casos, operan con dinámicas similares a las pandillas tradicionales.
Expertos en seguridad comunitaria señalan que las redes sociales y la facilidad de acceso a armas de fuego han facilitado la expansión de estos grupos. “No hablamos de pandillas organizadas como en décadas pasadas, sino de células juveniles que replican la cultura de las pandillas, se agrupan por territorio y terminan resolviendo conflictos con violencia armada”, explicó un especialista consultado.
Este patrón preocupa especialmente a madres y padres de familia, que ven cómo las áreas comunes –parques, canchas y zonas de recreación– se transforman en puntos de riesgo. “Antes dejábamos que nuestros hijos jugaran en el parque sin problema. Hoy, después de lo que pasó, nadie se atreve a hacerlo. La infancia de nuestros niños está en peligro por culpa de estas pandillas”, expresó angustiada una residente del complejo.
Demandas de seguridad
Vecinos aprovecharon para exigir a las autoridades mayor vigilancia y a la administración del complejo un control estricto sobre el acceso de personas ajenas.
“La Policía debe hacer rondines más frecuentes. Si ya vimos que un grupo armado puede entrar, ¿qué nos garantiza que no vuelva a pasar?”, cuestionó un padre de familia.
Según los residentes, la balacera en Commissioner’s Corner dejó más que víctimas físicas: una herida emocional en una comunidad que ahora enfrenta la incertidumbre sobre su seguridad.
Lo que debía ser un vecindario modelo para familias trabajadoras se ha convertido en un ejemplo de cómo la violencia juvenil y la proliferación de pandillas impactan en la vida cotidiana, expresó un residente mientras fijaba su mirada en uno de los edificios.
“Juárez y otras ciudades vecinas han vivido esto por años, pero nunca pensamos que aquí en El Paso íbamos a estar igual. Nos duele y nos preocupa que la violencia se normalice entre nuestros jóvenes”, concluyó el vecino con evidente resignación.
Investigación continúa
Unidades especializadas como Crímenes Contra Personas, la Unidad de Pandillas y la Unidad de Escenas del Crimen se encuentran investigando el caso. Aunque la Policía no ha confirmado si el incidente está relacionado con pandillas, no descartan ninguna línea de investigación.
Mientras la investigación sigue su curso, madres, padres y residentes del complejo viven entre el recuerdo de los disparos y la urgencia de recuperar la tranquilidad que pensaban tener al llegar a este nuevo vecindario ubicado en el Este de la ciudad.
La Policía de El Paso pidió a cualquier persona con información comunicarse al número no emergencias 915-832-4400 o de manera anónima con Crime Stoppers of El Paso al 915-566-8477 (TIPS) o a través del sitio web cselpaso.org.