Ambas son frutas que se consideran exóticas, provienen de América Central y México, y pertenecen a la familia de las Cactaceae o cactáceas. Además, por dentro tienen colores intensos y brillantes muy similares, y su sabor es dulce, especialmente cuando están en su mejor época del año.
De acuerdo con datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) contienen cantidades parecidas de nutrientes, por ejemplo, vitaminas C y B, en estas últimas están la B1 o tiamina, B3 o niacina y B2 o rivoflavina. También potasio, hierro, calcio y fósforo, son bajas en calorías y ricas en fibra, por lo que ayudan a la digestión.
Entonces, ¿qué las hace diferentes? Según datos de la dependencia, lo más significativo es que la pitaya proviene del género Stenocereus, mientras que la pitahaya es del Hylocereus.
Sin embargo el dilema comienza desde el nombre, pues no se pronuncia igual. Pitaya es así como se lee y se dice igual en inglés. Lo lleva porque es el que se asigna a las frutas que están cubiertas de espinas.
En el caso de la pitahaya se debe decir con doble a o convertir la hache en jota, de manera que se escucha «pitajaya», y en inglés se conoce como «dragon fruit» o fruta del dragón. Y es que el nombre es de origen antillano y significa fruta escamosa. Por eso, aunque proviene del cactus, no tiene espinas.
Por dentro y por fuera
En cuanto a la forma, según registros de SIAP, la pitaya es un fruto ovoide semiredondeado, un poco más grande que una tuna.
«De pulpa blanca, roja, amarilla, morada, rojo-violeta y de gran cantidad de semillas negras (al igual que la pitahaya). Su sabor es muy dulce y su hábito de crecimiento es cactácea columnar (órgano)», establece la dependencia.
La pitahaya tiene un hábito de crecimiento trepador, es decir, crece sobre el tronco del cactus o de otros árboles y se enreda.
«Se entrelazan dando la forma al cuerpo de un dragón, animal mitológico muy popular en Asia, principalmente en China. Por eso se le conoce como fruta del dragón o Thanh Long, de origen vietnamita. Además, es forma ovoide, redondeada y alargada, de pulpa roja, blanca o amarilla y de semillas pequeñas negras; su sabor es menos dulce que el de la pitaya», describe.
En México se producen pitayas, principalmente en Oaxaca, Jalisco y Puebla, aunque también hay huertos registrados en Michoacán y Tamaulipas. En el caso de las pitahayas hay en Quintana Roo, Yucatán y también Puebla, pero se producen en varios estados, entre ellos, Aguascalientes, Zacatecas, Chiapas, Colima, Nuevo León, Sinaloa, Jalisco, Morelos y Guanajuato.