Nuevo Casas Grandes, Chih.— En su primer mensaje eucarístico como obispo de la diócesis de Nuevo Casas Grandes, monseñor Víctor Melchor Quintana expresó su disposición a servir a la comunidad y guiarla en la misión evangelizadora.

“Vengo dispuesto a asumir el servicio del anuncio del Evangelio y de la edificación de la comunidad eclesial”, afirmó durante la ceremonia de toma de posesión.

El obispo destacó que su tarea principal será “componer los dones del Espíritu en la unidad”, y subrayó que su ministerio debe ejercerse “en, con y para la comunidad eclesial”.

La ceremonia contó con la presencia de autoridades eclesiásticas y civiles.

Entre ellas, se encontraban don Joseph Siterio Luz, arzobispo; don José Carlos de Nalca, arzobispo de Chihuahua; don Héctor Mario Pérez Villavial, obispo auxiliar de México y secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano; don Jesús José Herrera Quiñones, obispo de Culiacán; don Gerardo de Jesús Rojas López, obispo de Tabasco; don Andrés Luis García Jasso y don Salvador González Morales, obispos auxiliares de México; así como los obispos Luis Martín Barraza Beltrán, César Alfonso Ortega Díaz, Jesús Omar Alemán Chávez, Mauricio Urrea Carrillo y Juan Manuel González Sandoval.

También acudió monseñor Andrea Gaviota, de la Nunciatura Apostólica.

Monseñor Quintana expresó su gratitud a los sacerdotes, religiosas, seminaristas, laicos y familiares presentes, y reconoció a sus padres, don Melchor Quintana y doña Eustonia Quezada. “Gracias familia por estar aquí”, dijo.

En su homilía, citó el número 71 del documento final del Sínodo de la Sinodalidad: “Los obispos también necesitamos ser acompañados y apoyados en nuestro ministerio”.

A partir de ello, llamó a la comunidad a no idealizar la figura del obispo. “El obispo también es un hermano frágil, expuesto a la tentación, necesitado de ayuda como todos”, sostuvo.

Dirigiéndose a los presbíteros de la diócesis, expresó: “Hoy los invito a impulsar el trabajo evangelizador y misionero. Los invito para que en oración y en diálogo fraterno, junto con los laicos, sigamos impulsando el discernimiento eclesial para definir un nuevo proyecto diocesano de pastoral”.

Monseñor Quintana hizo hincapié en la importancia de la rendición de cuentas y la participación activa del pueblo de Dios.

“Este discernimiento exige escucharnos en un clima de confianza, favorecido por la transparencia”, dijo.

“Habremos de ser capaces de confiar y escuchar al pueblo, que a su vez debe ser capaz de confiar en aquellos que ejercen la autoridad”.

A los fieles laicos les recordó su responsabilidad dentro de la Iglesia: “Ustedes son la sal de la tierra… ustedes son la luz del mundo. Su testimonio cristiano en la familia y en el mundo del trabajo es al mismo tiempo sal, escondida pero muy perceptible, y luz patente y visible”.

Al concluir la celebración, informó que “ratifico todos los oficios eclesiásticos que actualmente están desempeñando, especialmente como párrocos, los sacerdotes que están sirviendo en el Tribunal Eclesiástico”.

Asimismo, anunció el nombramiento del padre César Alejandro Gómez Arciniega como nuevo vicario general y agradeció al padre Antonio Quesada Valdés su labor como administrador diocesano.

Con una bendición final, monseñor Víctor Melchor Quintana encomendó su ministerio a la Virgen María y concluyó: “Que la alegría de nuestro Señor Jesucristo siga siendo nuestra fuerza. Pueden ir en paz”.

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