Nuevo Casas Grandes, Chih.— En medio de una realidad marcada por la violencia que ha afectado a la región en los últimos años, la comunidad católica de Nuevo Casas Grandes vivió un momento de esperanza con la llegada de su nuevo obispo, . Su toma de posesión, celebrada hoy 25 de marzo, coincidió con la solemnidad de la Anunciación del Señor, una fecha significativa para los creyentes.
Durante la ceremonia, que reunió a fieles, autoridades civiles, representantes eclesiásticos y miembros de diferentes comunidades religiosas, Monseñor Quintana Quesada realizó la profesión pública de fe y el juramento de fidelidad a la Iglesia Católica y al Romano Pontífice.
Con estas acciones, asumió formalmente la misión de guiar espiritualmente a la diócesis como su cuarto obispo.
En un gesto simbólico, ofreció un ramo de flores a la Virgen María, pidiendo su protección e intercesión.
El acto litúrgico estuvo acompañado por expresiones de unidad y compromiso de todos los sectores presentes.
La celebración contó con la presencia del nuncio apostólico, Josephus Pietieri, así como de varios obispos de diócesis vecinas, entre ellos los de Torreón, Cuauhtémoc, Parral y Tarahumara. También acudieron alcaldes de distintos municipios, representantes del gobierno estatal y miembros de movimientos laicales.
Estuvieron representadas diversas congregaciones religiosas, entre ellas las Hermanas Clarisas Capuchinas, Misioneras del Rosario y Franciscanas de la Inmaculada Concepción. Participaron también agrupaciones laicales como el Movimiento Familiar Cristiano, Camino Neocatecumenal, Legión de María y la Escuela de Evangelización.
El inicio del ministerio episcopal de Monseñor Quintana Quesada representa para muchos un llamado a la unidad y a la fe, en una región que ha enfrentado retos sociales importantes. Con su llegada, la diócesis de Nuevo Casas Grandes abre una nueva etapa de servicio pastoral, con la esperanza de construir caminos de paz y reconciliación.