Chihuahua, Chih.- Jorge Alonso Vences Gómez afirma que el servicio es su vocación. Primero como sacerdote, luego al cuidado de su familia, posteriormente como abogado, y actualmente en su búsqueda del voto para ser juez Familiar del Distrito Hidalgo.
En entrevista con El Diario, el llamado “Juez de la gente” compartió que siempre supo que el servicio sería su camino, por ello decidió estudiar Filosofía y Teología en el Seminario de Chihuahua, de donde se ordenó como sacerdote el 29 de septiembre de 1994, ministerio al que dedicó 20 años de su vida.
Dijo que tras el fallecimiento de uno de sus seis hermanos y de sus padres posteriormente, tuvo que abandonar el sacerdocio para cuidar a otro hermano, quien tiene una discapacidad mental.
Comenta que tras alejarse del servicio religioso llamó su atención la carrera de abogado, la cual curso en la Universidad Regional del Norte (URN) en su natal Parral que ejerce desde 2020, primero como personal de un juzgado familiar y después en una firma de abogados.
Hijo de un médico y una enfermera, Vences Gómez manifestó que el servicio lo trae de herencia, es por ello que en estos momentos hace una pausa en su empleo como litigante y dedica su tiempo exclusivamente a visitar los municipios que conforman el distrito al que aspira ser juez, para ganarse el voto de las personas.
“He visto que el sistema de justicia puede parecer un tanto lejano, muy formalista, muy técnico, donde tratan cosas que la gente no entiende. Entonces yo quiero una forma de justicia más cercana, más clara, más humana, una justicia cotidiana para la gente . Eso fue lo que me impulsó en estos años que he litigado he acompañado a muchas personas en momentos difíciles… He escuchado a mucha gente con sus sufrimientos, con su dolor, sus dudas, en un sistema que muchas veces no escucha”, expresó.
Vences Gómez busca visitar los municipios de Parral, Valle de Zaragoza, Rosario, Huejotitán, Allende Balleza, San Francisco del Oro, El Tule, Matamoros, Santa Bárbara, Guachochi, Batopilas, Morelos y Guadalupe y Calvo para solicitar a las personas que el próximo 1 de junio marquen el 09 en su boleta.
“Jamás imaginé que algún día tendría la posibilidad de aspirar a este cargo. Pero hoy, con el corazón lleno de esperanza, me presento ante ustedes como ‘el Juez de la gente’. Estaré recorriendo nuestras comunidades, saludándoles en sus hogares y escuchando de viva voz lo que esperan de la justicia”, mencionó.
Destacó que el giro que el generado, al democratizar el acceso a la justicia, fue lo que lo animó a participar.
“Siempre he dedicado mi vida a comprender al ser humano en sus distintas dimensiones, la razón, la fe, la ley ahora, y entonces yo me formé muchos años para entender al ser humano para tomarme razón y ahora lo entiendo desde el punto de vista de la ley, de la justicia”, precisó.
Sin embargo, a pesar de ser creyente y tras afirmar que su fe es inquebrantable, dijo que de resultar electo, dirigirá con ética y profesionalismo.
“Yo tengo mis valores fundamentales. Digo lo que pienso, hago lo que digo y vivo lo que digo. Pero también fui formado profesionalmente para atender cualquier situación legal que pudiera presentarse. Claro que hay que aplicar la ley con ética, con claridad, con humanidad y como buen abogado, tengo que entrarle a cualquier materia con cualquier gente que esté cerca”, puntualizó.
Al ser cuestionado sobre lo que destacaría, mejoraría o qué propuestas pudiera tener para mejorar la impartición de justicia desde lo familiar, dijo que es importante la preparación constante.
“Yo quiero comprometerme a estudiar y seguirme actualizando permanentemente. Viene el nuevo Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, que exige un juez preparado y consciente del impacto que tendrán las familias mexicanas. Este nuevo código va a tener un gran impacto social, real y efectivo en las familias Sobre todo va a ser un nuevo código de cercanía a la población. Es una respuesta a lo que podemos llamar la justicia cotidiana”, precisó.
Sobre el slogan, “El Juez de la gente”, que maneja y que lleva como mensaje entre la población del Distrito Hidalgo, argumentó que es un título que las mismas personas.
“No es un título que yo me haya autoimpuesto. Yo pienso que con lo que vengo compaginando del ejercicio, del título que tenía antes y del que ostento ahora, pues para mí es una forma de vida. Ser juez de la gente significa escuchar, explicarlo, acompañar y resolverle a la gente. Yo pienso que ser “juez de la gente” significa no perder de vista que detrás de cada expediente hay una familia, hay una historia, hay un ser humano que merece respeto, claridad, empatía”, concluyó.