Tras las jornadas violentas de la semana pasada y luego de varios días de no responder llamadas de autoridades locales ni de sus propios compañeros legisladores de Morena, la alcaldesa de Guadalupe y Calvo, Ana Laura González Ábrego, acudió ayer a Palacio de Gobierno a una reunión, donde fue cuestionada y reprendida por no reportar oportunamente la incursión de criminales a la cabecera de dicha localidad.
La presidenta municipal sostuvo una reunión a puerta cerrada con el secretario general de Gobierno, Santiago de la Peña; el general comandante de la 42 Zona Militar, Alejandro Gutiérrez Martínez y el fiscal del Estado, César Jáuregui, quienes, de acuerdo a lo que trascendió de forma extraoficial, le llamaron la atención por esconderse en su casa y no responder a las autoridades, cuando fue buscada con el fin de que informara de la situación.
González Ábrego acudió al encuentro acompañada de una persona que presentó como su asesor, identificado como Diego Villanueva, esposo de la delegada de la Secretaría de Bienestar en el estado, Mayra Chávez Jiménez.
El encuentro fue realizado, después de que, durante tres días de la semana pasada, se presentaran balaceras en la cabecera municipal, denunciadas por los pobladores, sin que intervinieran autoridades de seguridad en la zona, hasta el sábado, cuando un equipo de soldados de la 42 Zona Militar, fueron movilizados para resguardar la Presidencia Municipal y patrullar los alrededores.
Los pobladores dieron a conocer múltiples videos grabados desde sus domicilios donde podían apreciarse los balazos en el pueblo, sin que la alcaldesa ni otras autoridades respondieran qué ocurría ni movilizaran elementos de seguridad para regresar la calma a la población.
Después de reportes de balazos desde el martes hasta el jueves de la semana pasada, el viernes la alcaldesa apareció en video publicado en redes sociales, en el que dio a conocer que decidió cerrar las oficinas de la alcaldía para proteger la integridad de los funcionarios y ciudadanos, debido a los enfrentamientos.
Reveló que permanecía en su casa, donde era resguardada por una escolta que le había asignado la Guardia Nacional desde meses antes.
Dijo que afortunadamente la Sedena y la Guardia Nacional ya estaban haciéndose cargo de la situación y que confíaba plenamente en que puedan otorgar la tranquilidad a los habitantes del poblado serrano.
“Estoy aquí en Guadalupe y Calvo. No me he ido para ningún lado, como lo dicen las notas, que pues dicen que ya me fui a Parral, a Chihuahua, que me sacó la Guardia Nacional, renunciar y en fin, miles de cosas, ¿no? No, estoy aquí resguardada en mi casa, como todos ustedes”, dijo. “Tratemos de no salir, de estar resguardados en nuestra casa, de cuidar nuestra vida”.
El sábado, un convoy de militares tomó la población, pero la intranquilidad continuó, según los reportes de pobladores.
Violencia generó vacío de poder
El lunes de esta semana, El Diario dio a conocer reacciones de legisladores de diferentes partidos, quienes acusaron un vacío de poder y una rotura en la coordinación entre los diferentes niveles de Gobierno, ante el resguardo de la alcaldesa en su casa y la militarización de la cabecera municipal por parte del Ejército y Guardia Nacional para contener la ola de violencia que duró varios días.
El día siguiente, incluso la presidenta del Congreso del Estado, Elizabeth Guzmán, y la dirigente estatal de Morena en Chihuahua, Brighite Granados, revelaron que no habían establecido comunicación con la presidenta municipal de Guadalupe y Calvo, a pesar de los intentos por tener cercanía ante la situación de emergencia en el municipio.
Lamentaron la violencia que priva en la población y llamaron a reforzar los esquemas de seguridad con la participación de todas las autoridades involucradas, aunque consideraron que no había un vacío de autoridad, como lo acusaron legisladores de otros partidos.
Todavía ayer jueves, El Diario dio a conocer que los comerciantes de Guadalupe y Calvo temen por su economía ante el desolador panorama que dejó casi una semana de enfrentamientos armados, por lo que pidieron ayuda de las autoridades para finalizar con esta racha de inseguridad que de nuevo azota a la población.
“Mientras el Ejército realiza patrullajes y las oficinas públicas han retomado actividades, incluso las bases de la Guardia Nacional y de la Fiscalía, de la presidenta municipal Ana Laura González Ábrego, nada han sabido los pobladores más que lo publicado en sus redes sociales”, publicó este rotativo, con base en denuncias de pobladores y comerciantes, quienes pidieron mantener sus datos bajo reserva.
“Las calles del corazón de Guadalupe y Calvo lucen vacías, silenciosas y con una tensión que se respira en cada rincón. Tras una semana marcada por intensos enfrentamientos armados, la cabecera municipal vive una especie de ‘toque de queda’ no oficial, donde al caer la noche, e incluso durante el día, el tránsito peatonal y vehicular ha desaparecido casi por completo”, de acuerdo con la información publicada.
En este contexto, fue que reapareció la alcaldesa González Ábrego en la capital del estado, quien acudió al Palacio de Gobierno ayer cerca del mediodía, para un encuentro convocado por el secretario general de Gobierno.
Aunque oficialmente fue informado que intercambiaron impresiones y reforzaron la comunicación y la coordinación entre niveles de gobierno, información obtenida de militares y mandos de seguridad convocados a la reunión, asientan que la alcaldesa recibió reclamos del funcionario estatal y de otros integrantes de corporaciones.
No fue posible establecer en qué calidad acudió Villanueva –quien aparece en redes sociales como esposo de Chávez Jiménez y consejero nacional de Morena– a la reunión con funcionarios estatales y militares, pero en todo momento acompañó a la alcaldesa.
De acuerdo con esas versiones, ella señaló que ha estado trabajando pero recibe ataques mediáticos constantes de “sus adversarios”, ante los señalamientos de que incumplía los acuerdos para mantener la coordinación entre municipio, estado y federación, en momentos críticos como los vividos la semana pasada.
Ya públicamente, González Ábrego dio una declaración acompañada por el secretario general de Gobierno, Santiago de la Peña, para señalar que todo el tiempo ha estado en el municipio y que confía en que la situación mejore con mayor presencia de dependencias de seguridad.
Descartó que hubiera estado desaparecida ante los hechos violentos que han ocurrido en el municipio y aseguró que uno de los acuerdos, tras la reunión en Palacio de Gobierno, fue el traslado de la mesa de seguridad a Guadalupe y Calvo.