México podría perder la certificación de eliminación del sarampión si no logra contener el brote activo en Chihuahua, advirtió ayer Adriano Bueno Tavares, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), tras sostener una reunión con autoridades estatales y federales en Palacio de Gobierno.
El funcionario confirmó que el país enfrenta una situación delicada debido a la magnitud del brote, que acumula más de tres mil 600 casos confirmados y 13 defunciones, con epicentro en el municipio de Cuauhtémoc.
Durante el encuentro, Bueno Tavares explicó que la delegación internacional acudió para verificar las acciones implementadas desde el inicio de la contingencia. Reconoció el esfuerzo coordinado entre el Estado y la federación, pero señaló que persisten desafíos importantes, tanto geográficos como poblacionales, que podrían dificultar la respuesta.
Recordó que la OPS mantiene presencia técnica en la entidad desde el 17 de febrero, apenas tres días después de haberse notificado el primer caso y dijo confiar en que el brote podrá ser contenido antes de noviembre, plazo crítico para conservar la certificación continental.
México forma parte de los países que obtuvieron esta certificación en 2016, al demostrar la interrupción sostenida del virus durante al menos 12 meses. Sin embargo, si el brote persiste y confirman transmisión endémica, el país podría enfrentar el retiro de este reconocimiento, como ya ocurrió con Venezuela en 2018 y Brasil en 2019.
La pérdida de la certificación tendría implicaciones sanitarias y diplomáticas, pues marcaría el regreso de una enfermedad previamente eliminada, con consecuencias en materia de control epidemiológico, restricciones de viaje y campañas extraordinarias de vacunación.
Gilberto Baeza Mendoza, secretario de Salud del Estado, informó que durante la reunión presentaron resultados de las jurisdicciones más afectadas, entre ellas la de Cuauhtémoc y Nuevo Casas Grandes, así como reportes de atención hospitalaria, vigilancia epidemiológica y despliegue de brigadas de vacunación.
Indicó que la delegación internacional realizaría ayer una visita de verificación en campo, para constatar las acciones aplicadas directamente en territorio.
El funcionario aseguró que el trabajo ha sido bien estructurado y que los representantes de la OPS emitieron comentarios positivos sobre la estrategia implementada. Señaló que atenderán algunas recomendaciones puntuales, principalmente en temas de registro de información, y destacó el esfuerzo conjunto entre Estado, federación, expertos internacionales y la propia población chihuahuense, que ha mostrado disposición para colaborar en el control del brote.
Leticia Ruíz González, encargada de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, precisó que la revisión abarca a todas las instituciones del sector, no sólo a la Secretaría estatal.
Dijo que, ante el regreso a clases, la gobernadora instruyó que soliciten las cartillas nacionales de salud como requisito en las escuelas, a fin de detectar esquemas de vacunación incompletos y cerrar posibles brechas en la protección de niñas y niños. Agregó que más de 3 mil 400 personas ya se han recuperado, aunque el virus continúa activo en algunas regiones.
La visita de la comisión internacional concluirá el mismo día, y en las próximas semanas emitirán recomendaciones formales con base en los hallazgos de campo.
Si el brote no es contenido antes de noviembre, México podría enfrentar la pérdida de la certificación sanitaria, con el consecuente impacto en la política regional de salud pública y en la imagen epidemiológica del país.