Washington.- Un día después de echar para atrás sus planes arancelarios, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo una reunión con su Gabinete en la que sus Secretarios se alinearon para levantarle el ego, si bien él reconoció los baches en el camino.
«Habrá un costo de transición y problemas de transición», admitió el Mandatario sobre su ofensiva arancelaria destinada a que la producción regrese a Estados Unidos.
«Pero al final, será algo maravilloso. Estamos haciendo de nuevo lo que deberíamos haber hecho hace muchos años. Dejamos que se nos fuera de las manos y permitimos que algunos países se hicieran muy grandes y ricos a nuestra costa, y eso no va a pasar. No podemos permitir que eso suceda. No es una fórmula sostenible».
Minutos después, el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo que no vio «nada inusual hoy» en los mercados.
Pero al final de la jornada, Wall Street cerró con fuertes caídas: el Dow Jones cayó -2.50%, el tecnológico Nasdaq -4.31% y el índice S&P 500 -3.46%, al contrario de las bolsas europeas y asiáticas, que terminaron en verde.
El petróleo y el dólar también cayeron bruscamente en medio de temores a una desaceleración global de la actividad. El oro alcanzó un nuevo máximo histórico.
Dos días después de que Trump dijo que varios países «le estaban besando el trasero» para alcanzar un acuerdo que los librara de aranceles, el líder republicano insistió en que son muchos los Gobiernos que se han acercado.
«Tenemos a Scott (Bessent) aquí y a Howard (Lutnick) y a algunas de las personas que están trabajando en los acuerdos, y el mayor problema que tienen es que no tienen suficiente tiempo en el día», declaró el Mandatario en referencia al Secretario del Tesoro y al de Comercio, Howard Lutnick.
«Todo el mundo quiere venir y hacer un trato. Y estamos trabajando con muchos países diferentes, y todo va a salir muy bien. Creo que va a salir muy, muy bien».
El miércoles, sólo 13 horas después de haber entrado en vigor y luego de cuatro jornadas de profundas pérdidas en los mercados bursátiles, Trump se echó para atrás y decidió rebajar a 10 por ciento la tasa arancelaria que aplicaría contra la mayoría de los países y que la semana pasada había anunciado en lo que presumió inicialmente como el «Día de la Liberación».
Pero fuera de los del propio Trump, durante la reunión de Gabinete no hubo ningún comentario de autocrítica, publicó el diario El País.
«Ni siquiera por parte de un gris Elon Musk, en una reunión de Gabinete en la que se notaba a todos un poco apagados», escribió el reportero Miguel Jiménez.
Al contrario, los secretarios procedieron a elogiar al líder republicano.
«Creo que lo que usted ha reunido en su visión es un punto de inflexión en la historia de Estados Unidos. Y ser parte de ello es el mayor honor», dijo la Secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, tras referirse al Presidente como «familia».
«Señor Presidente, en nombre de los fabricantes estadounidenses, quiero agradecerle por enfrentarse al Partido Comunista Chino y luchar por nuestras calles principales, por nuestros trabajadores… La gente común se lo agradece», declaró, por su parte, Kelly Loeffler, directora de la Administración de Pequeñas Empresas.
Musk, en tanto, destacó el «fantástico liderazgo» del Mandatario, y la Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, le agradeció por su «liderazgo en la frontera».
Lutnick, por su parte, dijo que gracias a Trump los países están llegando con ofertas que de otra manera habrían imposibles de conseguir.
«Han venido con ofertas que jamás habrían presentado de no ser por las medidas del Presidente, exigiendo que se trate a Estados Unidos con respeto. Ahora estamos recibiendo el respeto que merecemos», resaltó.
«Los estadounidenses quieren que usted sea Presidente por su agenda, y los tribunales están dictaminando que usted tiene la autoridad para decidir cómo se gastará el dinero de este país. Eso es lo que querían los ciudadanos estadounidenses, y eso es lo que están consiguiendo», dijo, por su parte, la Fiscal General, Pam Bondi.
Al final de la reunión, y luego de todos los elogios recibido, Trump dijo a la prensa que el miércoles fue «el día más grande de la historia».
«Estamos en muy buena forma. Creemos que lo estamos haciendo muy bien de nuevo», declaró el Mandatario.
Al ser cuestionado sobre la caída de los mercados, respondió que no había podido ver la información.
Aseguró que los primeros acuerdos con los países «están muy cerca» y se dijo optimista sobre la posibilidad de que China se siente a negociar también.
«Creo que puede haber cosas peores», respondió Trump cuando se le preguntó sobre las restricciones impuestas por Beijing al cine estadounidense.
Con información de AFP, Independent y El País