Washington.- Durante las protestas de este fin de semana en Los Ángeles, las banderas de México y otros países latinoamericanos han surgido como emblemas de protesta, lo que ha despertado la furia de funcionarios y simpatizantes de la Administración del Presidente Donald Trump, de acuerdo con The New York Times.

«Soy una estadounidense muy orgullosa, pero también tengo que mostrar apoyo a nuestros hermanos y hermanas mexicanos», dijo la Elizabeth Torres a The NYT, sosteniendo una bandera de México afuera de un centro de detención.

Funcionarios de Trump han calificado a quienes ondean estas banderas como insurrectos y han dado a entender que no son ciudadanos estadounidenses.

Stephen Miller, uno de los principales asesores de la Casa Blanca, señaló en una publicación en redes sociales el domingo por la tarde a «extranjeros ondeando banderas extranjeras, provocando disturbios y obstruyendo a las autoridades federales que intentan expulsar a invasores extranjeros ilegales».

Para muchos manifestantes que sí son ciudadanos estadounidenses, la bandera representa orgullo por sus raíces, así como solidaridad con migrantes que están sujetos a las deportaciones del republicano.

La presencia de banderas extranjeras no es algo nuevo, como tampoco la indignación de ciertas personas que lo consideran antipatriótico.

Algunas coaliciones migrantes también han optado por desalentar el uso de estas para evitar alimentar el rechazo.

Alfonso González Toribio, profesor de estudios étnicos en la Universidad de California, Riverside, dijo a The NYT que los migrantes en Estados Unidos se sienten atacados.

«No creo que vayamos a poder disuadir a la gente» de ondear la bandera de su país de origen, agregó.

«Les da un sentido de orgullo».

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