Washington.- Después de recibir una alerta en su celular, Miceala Morano corrió a toda prisa para esconderse detrás de la pantalla verde del estudio de transmisión de la Universidad de Arkansas: Una persona había comenzado a disparar en el campus.

Mientras los agentes se colocaban sus chalecos antibalas y buscaban al agresor, la estudiante de periodismo de 21 años llamó a su abuela y le dijo: «Por ahora estoy a salvo. Te quiero».

La amenaza del lunes resultó ser parte de una serie de llamadas falsas sobre tiroteos en campus universitarios -algunas de ellas con sonidos de disparos de fondo- que han desatado el pánico entre los estudiantes de todo el país mientras comienza el ciclo escolar.

Las llamadas llevaron a las universidades a enviar mensajes de texto de «corran, escóndanse, luchen». Estudiantes y profesores se apresuraron a buscar refugio, a menudo escondiéndose en aulas y debajo de escritorios. Agentes de policía ingresaron a los campus en busca de cualquier amenaza.

Para los estudiantes aterrorizados, que las amenazas hayan sido falsas no cambia mucho las cosas en ese momento.

«Son esos pocos minutos en que lo único que sientes es miedo, haya o no una amenaza», dijo Morano, cuyos simulacros de tiroteo durante su infancia le enseñaron a apilar sillas para bloquear las puertas del aula y a subir a la azotea como último recurso.

Se han registrado reportes falsos en al menos a una docena de campus universitarios.

Tan sólo el lunes, las agencias policiales respondieron a llamadas de tiroteos en Arkansas, la Universidad del Norte de Arizona, la Universidad Estatal de Iowa, la Universidad Estatal de Kansas, la Universidad de Colorado-Boulder y la Universidad de Nueva Hampshire. El martes hubo más llamadas en la Universidad de Kentucky, la Universidad de Virginia Occidental y Central Georgia Technical College.

La tendencia inició en Pensilvania y Tennessee

En la Universidad de Villanova, estudiantes asistían el jueves a la misa de orientación cuando las fuerzas del orden recibieron varios reportes sobre una persona armada con un fusil tipo AR-15 que disparaba en el campus. En el fondo de las llamadas se podían escuchar sonidos de detonaciones.

Las sillas chocaban mientras todos los estudiantes arrojaban sus mochilas para escapar a toda velocidad, recordó Ryan Scanlon, quien era estudiante de octavo grado en una escuela vecina cuando ocurrió la masacre en la escuela Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, Florida, en 2018.

Ahora, como estudiante de último año en Villanova, se resguardó con otras personas en la biblioteca de la escuela mientras esperó durante casi una hora hasta que llegó la policía para despejar los edificios.

«No es nada gracioso», dijo Scanlon.

«Si experimentas un tiroteo de verdad, nunca sabes lo que puede pasar después».

Horas antes, las autoridades de Tennessee recibieron llamadas falsas similares en las que informaba de una persona armada con un fusil estilo AR-15 en la Universidad de Tennessee, campus Chattanooga, y al menos cuatro personas heridas. Los operadores informaron que escucharon varios disparos.

«Este incidente fue un acto criminal con el objetivo de ser disruptivo y causar caos», declaró la escuela en un comunicado.

La Universidad de Carolina del Sur también recibió dos llamadas el domingo en las que se reportaba a una persona armada en la biblioteca de la escuela y el sonido de disparos de fondo.

El Gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, dijo que las autoridades deben encontrar a los responsables de estas llamadas, las cuales comparó con gritar «fuego» en un teatro lleno.
«Pudo haber sido mucho peor de lo que fue. Tal vez la próxima vez sea peor», dijo McMaster a los periodistas.

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