Nueva York.- Uno de los fundadores de Ben & Jerry’s, Jerry Greenfield, ha renunciado a la empresa de helados, afirmando que había perdido su independencia y había sido “silenciado” el activismo social de la compañía bajo el control de su empresa matriz, Unilever.
El socio de Greenfield, Ben Cohen, anunció la decisión en las redes sociales a primera hora del miércoles. La renuncia se produce tras años de creciente tensión entre Unilever, que adquirió la empresa de helados en 2000, y los fundadores de Ben & Jerry’s, quienes desde hace tiempo se han manifestado abiertamente sobre cuestiones sociales.
“Nunca pensé que tendría que escribir esto, pero después de 47 años Jerry ha tomado la difícil decisión de abandonar la empresa que construimos juntos”, escribió Cohen en Instagram, y compartió el comunicado de Greenfield.
En su comunicado, Greenfield dijo que no podía seguir “con la conciencia tranquila” en la empresa que fundó con Cohen en 1978.
Greenfield, de 74 años, dijo que se había perdido la “independencia para perseguir nuestros valores” que se le había garantizado a Ben & Jerry’s al fusionarse con Unilever en 2000.
“Defender los valores de justicia, equidad y nuestra humanidad compartida nunca ha sido tan importante”, escribió Greenfield. Pero, añadió, “Ben & Jerry’s ha sido silenciada, marginada por miedo a molestar a los que ostentan el poder”.
Cuando el gigante de los bienes de consumo Unilever compró Ben & Jerry’s, accedió a que el fabricante de helados mantuviera un consejo independiente para supervisar la marca, lo que le permitió a Ben & Jerry’s colocar “salvaguardas” en torno a su activismo social. El inusual acuerdo pretendía dar a los fundadores un control continuo a pesar de la venta de su empresa.
“Es profundamente decepcionante llegar a la conclusión de que esa independencia, la base misma de nuestra venta a Unilever, ha desaparecido”, escribió Greenfield en su comunicado.
El año pasado, Ben & Jerry’s demandó a Unilever, alegando que esta intentaba desmantelar el consejo independiente y trataba de impedir que el fabricante de helados pidiera un alto al fuego para la guerra en Gaza. Unilever rechazó las acusaciones.
Unilever está en proceso de escindir su unidad de helados, que incluye a Ben & Jerry’s, en una nueva entidad, Magnum Ice Cream Company. La nueva empresa emitió el miércoles una declaración en la que le agradecía a Greenfield “su servicio y apoyo durante muchas décadas”.
“No estamos de acuerdo con su perspectiva y hemos tratado de entablar con ambos fundadores una conversación constructiva sobre cómo reforzar la poderosa posición de Ben & Jerry’s en el mundo, basada en valores”, decía el comunicado.
La semana pasada, Cohen, de 74 años, protestó ante el hotel donde la empresa de helados Magnum celebraba una presentación de sus planes para inversores, según informó Reuters. Cohen publicó en Instagram imágenes donde se le veía protestando y escribió en un pie de foto: “Si Ben & Jerry’s va a defender aquello que importa, tenemos que ser independientes”.
Cohen y Greenfield llevan mucho tiempo expresándose abiertamente sobre cuestiones políticas, como el apoyo a los movimientos Black Lives Matter y de reforma de la justicia penal.
En 2021, Ben & Jerry’s dijo que pondría fin a las ventas en los territorios ocupados por Israel, con la afirmación de que eso era “incoherente” con los valores de la empresa. Y en mayo, Cohen fue arrestado tras interrumpir una audiencia de un comité del Senado para protestar por la financiación del Congreso al ejército de Israel mientras libra una guerra contra Hamás en Gaza.
Este año, Ben & Jerry’s acusó a Unilever de despedir a su director ejecutivo porque había permitido que el fabricante de helados se pronunciara sobre cuestiones políticas. Unilever dijo que había hecho repetidos intentos de involucrar al consejo independiente de Ben & Jerry’s, según el acuerdo de fusión.
“Desde el principio, Ben y yo creímos que nuestros valores y la búsqueda de la justicia eran más importantes que la propia empresa”, escribió Greenfield el miércoles. “Si la empresa no era capaz de defender las cosas en las que creíamos, entonces no merecía la pena ser una empresa”.