La ONG Human Rights Watch (HRW) acusó este viernes a las fuerzas israelíes que operan en los alrededores de los centros de distribución de ayuda de GHF de disparar contra civiles palestinos que buscan ayuda y de utilizar ilegalmente el hambre como arma de guerra.
«Las fuerzas israelíes respaldadas por Estados Unidos y los contratistas privados han establecido un sistema de distribución de ayuda defectuoso y militarizado que ha convertido la distribución de ayuda en auténticos baños de sangre», afirmó Belkis Wille, subdirectora de la unidad de crisis y conflictos de HRW.
«Las fuerzas israelíes no solo están matando de hambre deliberadamente a civiles palestinos, sino que ahora les disparan casi a diario mientras buscan desesperadamente comida para sus familias».
Este sistema, apoyado por Estados Unidos, es una «trampa mortal», afirmó el informe de HRW.
La oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos informó este viernes que más de mil 370 palestinos murieron en Gaza desde el 27 de mayo en entregas de ayuda, «la mayoría» a manos del Ejército israelí.
Por su parte, el emisario de Donald Trump visitó este viernes sitios de distribución en Gaza.
«Hoy pasamos más de cinco horas en Gaza», declaró Steve Witkoff en un mensaje en X que incluye una foto en la que aparece con un chaleco antibalas junto con el personal de un centro de distribución.
El enviado estadounidense añadió que el objetivo de la visita fue «ayudar a elaborar un plan para entregar alimentos y ayuda médica a la población del enclave palestino».