El Supremo Tribunal Federal de Brasil ordenó el lunes el arresto domiciliario del expresidente Jair Bolsonaro, a quien se acusa de supervisar un complot para aferrarse al poder tras perder las elecciones de 2022.
Su caso se encuentra en el centro de la disputa arancelaria del presidente Donald Trump con la nación sudamericana.
A Bolsonaro, a quien se le había exigido el mes pasado que usara un monitor en el tobillo mientras esperaba el juicio, se le ordenó que permaneciera en su casa la mayor parte del tiempo y que se mantuviera alejado de las redes sociales.
En la nueva sentencia del lunes, el juez Alexandre de Moraes dijo que el expresidente había violado esos términos, compartiendo indirectamente publicaciones y videos en las redes sociales a través de las cuentas de sus aliados e hijos.
El juez De Moraes también ordenó a la policía brasileña que confiscara el teléfono móvil de Bolsonaro y limitó las visitas a su domicilio, excepto por parte de su familia y abogados.
Trump ha calificado el caso contra Bolsonaro, uno de sus aliados políticos, como una “caza de brujas”. La semana pasada, el presidente estadounidense impuso aranceles del 50 por ciento a algunos productos brasileños. También impuso sanciones a De Moraes, acusándolo de censurar las voces conservadoras en internet.