Ciudad de México.- En los días postreros del tormentoso mes de mayo para la 4T, el senador Adán Augusto López Hernández y el diputado Ricardo Monreal se tomaron la foto.

A cuatro días de la cuestionada elección del Poder Judicial, Monreal se apersonó en el Pleno del Senado y, como si estuviese planeado, se encontró con López Hernández.

A fines del año pasado, el zacatecano y el tabasqueño chocaron con rudeza después de que la Cámara de Diputados recortara 123 millones pesos al presupuesto para 2025 al Senado de la República.

Como coordinador de la bancada de Morena, Adán Augusto enfureció y acusó a su correligionario de urdir «negocitos añejos» por concepto de mantenimiento de elevadores y de administración de archivos cuando el zacatecano fungía como coordinador de la bancada mayoritaria.

¿Ya limaron asperezas? -les preguntaron los reporteros cuando los coordinadores se encontraron en el Pleno.

Nunca ha habido diferencias, atajó Monreal.

Pues si somos aliados -repuso Adán Augusto.

Los dos posaron sonrientes y dejaron de manifiesto que las cosas entre ellos estaban bien.

Después de que despidiera a su correligionario, Ricardo Monreal compareció ante la prensa y aclaró que había entre ambos «una buena relación de amistad, de reconocimiento y de aprecio personal».

«Yo le tengo aprecio a Adán y creo que él lo hace recíprocamente. No tenemos ninguna diferencia, ninguna. De mi parte sólo hay respeto, reconocimiento y aprecio para el presidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado», sostuvo.

Monreal desmintió que hubiese habido la intención de dar un mensaje político. Según dijo, se trató de «un encuentro casual. Es un gesto genuino de aprecio, un gesto sincero de amistad, y de que no hay ningún otro tipo de circunstancias. Hay unidad en el movimiento y hay unidad en los actores políticos que participamos en el movimiento».

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