Oaxaca, México.- Casas reducidas a esqueletos desnudos, techos de lámina botados como cometas rotas y cultivos de papaya esparcidos como lágrimas en el lodo, forman parte de la estela de devastación que dejó el huracán «Erick» en la Costa Chica oaxaqueña.
En El Potrero, en el municipio de Santa María Huazolotitlán, solo las motocicletas pueden sortear los tinacos volcados, los troncos y los derrumbes.
«¡Aquí se voló todo, todo, todo! La lámina de la casa, los árboles… claro, así lo permite Dios. ¡Pobres!», murmuró una niña con asombro en sus ojos, mientras caminaba rumbo a su casa para ver qué quedaba en pie.
El agua escarbó la tierra, dejando cráteres de medio metro, y las papayas, aún verdes, yacen aplastadas, robando el sustento de decenas en la zona que vive de la cosecha de este fruto.
No obstante, más allá de las pérdidas materiales, la tragedia cobró una víctima mortal en el poblado de José María Morelos, en Santa María Huazolotitlán. «Don Tacho» Camacho Torres, como lo conocían en la comunidad.
De acuerdo con testimonios, su cuerpo fue sepultado este viernes en medio del caos que late en esa zona del territorio oaxaqueño.
«Falleció de manera inmediata», aseguraron pobladores.
En Cerro Blanco, el techo de la cancha municipal se desplomó, y en el Centro de Bachillerato Tecnológico (CBT) el tablero de básquet voló, y quedó atrapado entre un montón de láminas, sobre el muro de la institución.
«No hay acceso, todo está horrible», relató César Dionicio, cuyo padre, Artemio Dionicio, es agente municipal de José María Morelos.
Al advertir que la gente se está quedando sin alimentos, César pide despensas para su pueblo y lanzó el llamado a la Presidenta Claudia Sheinbaum y al Gobernador Salomón Jara Cruz para voltear a ver el sufrimiento en esta zona.
«Santa María Huazolotitlán sufre y tuvimos un fallecido», destacó.
Su hermana Selene captó fotos y videos desde Cerro de la Esperanza, donde los cerros se derrumbaron y los caminos son un recuerdo.
«¿Dónde están las casas? ¡Aquí todo voló!», se escucha decir a la amiga de Selene en la grabación, mientras ambas mujeres caminan asombradas al ver cómo los hogares de sus vecinos en José María Morelos simplemente se borraron del mapa.
En la localidad de Corralero, en Pinotepa Nacional, las láminas de aluminio yacen retorcidas sobre árboles caídos y camas destrozadas.
El Presidente Municipal de Pinotepa Nacional, Héctor Baños Toscano, ha movilizado maquinaria desde ayer para reabrir caminos bloqueados por árboles caídos tan anchos como la altura de un automóvil, permitiendo que la ayuda llegue a El Añil, La Noria y Minindaca.
Personal de la Secretaría de Marina y el Ayuntamiento han trasladado a una persona lesionada, pero comunidades como Collantes permanecen atrapadas, con cables y árboles bloqueando el paso.
La carretera a La Palma del Coyul es un laberinto de lodazales y derrumbes, donde voces como Doña Claudia Vargas agradecen estar vivos pese a ver sus hogares reducidos a ruinas.
Frente a la catástrofe, el Ayuntamiento de Pinotepa ha abierto un centro de acopio en la Casa de Cultura «María Luisa Aguirre Palancares», suplicando: «Urge ayuda humanitaria para nuestras comunidades. Tu ayuda hace la diferencia».
«La solidaridad y el trabajo en equipo nos permitirán salir adelante», promete el Municipio.
La Colectiva de Mujeres Afromexicanas en Movimiento (Muafro) ha urgido una inmediata Declaratoria de Desastre en las comunidades de la región, que les garantice una vivienda digna, al remarcar, que se han perdido cultivos, lanchas, centros de trabajo y ganadería.
«No se pueden minimizar los enormes daños materiales, puesto que para muchas familias afromexicanas significa perder el trabajo de una vida o el legado de generaciones», señalaron.
La CFE lucha por reconectar a 28 mil 700 usuarios en Oaxaca, desplegando 200 trabajadores en cinco frentes, desde Pinotepa Nacional hasta Pochutla, pero el acceso sigue siendo el mayor obstáculo.
Bajo un cielo aún gris, la Costa Chica respira entre escombros y el clamor de apoyo, para que el lamento de «aquí todo voló» como eco de la tragedia, movilice la ayuda necesaria para reconstruir los hogares perdidos.