Representantes de organismos internacionales y funcionarias federales urgieron avanzar en el reconocimiento y remuneración del trabajo de cuidados que históricamente ha sido asignado a las mujeres.

Al participar en la inauguración del Foro Parlamentario de América Latina y el Caribe en la Cámara de Diputados, Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres, resaltó la necesidad de acciones decisivas para eliminar la violencia contra las mujeres, democratizar el financiamiento de las campañas políticas para transformar los parlamentos, hablar del lenguaje de la igualdad en la legislación y avanzar en una sociedad de cuidado como un imperativo para la región.

«Las mujeres que llevan la carga desproporcionada del cuidado no pagado se merecen políticas que reconozcan, que redistribuyan y que recompensen el cuidado como un bien público. Esto no es un lujo, es un imperativo político», dijo.

Bahous mencionó que si bien la región es líder en materia de representación parlamentaria de las mujeres, con un 36 por ciento de los asientos, sólo seis países de la región son liderados por ellas.

A ese ritmo, agregó, la paridad completa tardaría 130 años más, lo que impediría cumplir en 2030 con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que tiene como una de sus metas lograr la igualdad entre hombres y mujeres.

José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario Ejecutivo de la Cepal, coincidió en que en América Latina y el Caribe se han logrado avances importantes en materia de igualdad sustantiva, porque hoy las mujeres tienen más años de estudios que los hombres y ocupan cada vez más espacios de decisión.

Salazar-Xirinachs agregó que al menos 16 países de la región cuentan con avances normativos en materia de cuidados, ocho países han aprobado leyes específicas para crear políticas y sistemas en la materia y hace pocos días, la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió una opinión consultiva histórica que reconoce el cuidado como un derecho humano autónomo, la cual contiene 129 observaciones.

Sin embargo, dijo, las brechas persisten en todos los país, de ahí que sólo el 50 por ciento de las mujeres participan en el mercado laboral, frente a un 70 por ciento de los hombres, además de que su inserción está marcada por la informalidad, la brecha salarial y una carga desproporcionada de trabajo de cuidado no remunerado que limitan su economía.

«De cada 100 hombres en situación de pobreza hay 120 mujeres, esa desigualdad estructural se agrava por lo que hemos venido llamando la crisis de los cuidados, caracterizada por una demanda creciente de cuidados a causa del rápido envejecimiento de la población, los efectos del cambio climático, los flujos migratorios, los factores epidemiológicos y por la insuficiencia crónica de inversiones y políticas de cuidado», expresó.

Raquel Serur, subsecretaria para América y el Caribe de la Cancillería afirmó que México vive un momento de transformación sin precedentes para las mujeres y una muestra de ello es el arribo de la primera mujer a la Presidencia de la República.

La funcionaria federal indicó que la igualdad de género no se alcanza solamente combatiendo el patriarcado, la discriminación y la violencia, sino que se construye garantizando condiciones de desarrollo reales para todas y todos, lo que requiere inversión en infraestructura de cuidados, asegurar licencias parentales igualitarias, promover la corresponsabilidad entre hombres y mujeres y garantizar que las políticas laborales permitan conciliar la vida profesional con la vida familiar.

«Hagamos que el cuidado sea un derecho fundamental para todas las personas, no una carga exclusiva de las mujeres. Para ello, es indispensable conceptualizar el cuidado no sólo como un derecho de todas las personas, sino como una palanca fundamental para fortalecer el lazo social, ese entretejido de relaciones que hoy está desgarrado», manifestó.

La Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, aseguró que hoy la mexicana es una sociedad de derechos para las mujeres, ya que actualmente hay paridad en el Congreso, 13 de los 32 Gobiernos locales están liderados por mujeres, México tiene a su primera Presidenta mujer, hay más Ministras, magistradas y jueces y por segunda ocasión hay un Gabinete federal paritario.

«Mientras que en otras latitudes del mundo priva la guerra y hay un revés al respeto a los derechos humanos, en México construimos paz gobernanza, con justicia, desarrollo sustentable, con bienestar, humanismo y perspectiva de género», aseguró.

Rodríguez reconoció que aún falta mucho por hacer y entre los espacios en los que hace falta avanzar mencionó las presidencias municipales y las regidurías, donde sólo el 26 por ciento son ocupados por las mujeres.

La funcionaria destacó también la necesidad de seguir trabajando a favor de las mujeres indígenas, migrantes, obreras, campesinas, productoras, buscadoras, adultas mayores y las niñas.

«Tenemos que trascender el machismo la misoginia la discriminación al clasismo hasta que el respeto a nuestros derechos y la igualdad de género se vivan a plenitud», afirmó.

La Secretaria de la Mujer, Citlalli Hernández, recordó que históricamente, el rol asignado las mujeres ha sido, entre otras, el de cuidar el de cuidar a los enfermos, a los adultos mayores, a las niñas y a los niños y a las personas con discapacidad, ante la ausencia del Estado e incluso de la Iniciativa Privada.

Ante ello, urgió a abrir el debate sobre la construcción de una sociedad de cuidado que, dijo, pasa por el reconocimiento de esta actividad, la redistribución de ese trabajo y su remuneración.
«Hay una ausencia del Estado, hay una ausencia de la sociedad en la visibilización y reconocimiento de esa labor de cuidado, hay una ausencia, por supuesto, de las empresas, de los empleadores que desconocen o demeritan esa labor de cuidado y hay una necesidad urgente de hablar de la construcción de una sociedad de cuidados», reiteró Hernández.

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