Furioso, tras un «no me toques» de Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado y quien guiaba la sesión de clausura de la Comisión Permanente, Alejandro «Alito» Moreno, presidente del PRI, lanzó un derechazo con mano abierta que tambaleó a su antagonista.

El también senador tricolor había subido a la tribuna a reclamarle al morenista haber incumplido un acuerdo de abrir un debate que evaluara el periodo de sesiones.

En su calidad de presidente de la Mesa, Noroña había ignorado el acuerdo, puso a votación cerrar la sesión y apresuradamente sonó el Himno Nacional. Un descompuesto «Alito» subió a la tribuna a encarar al senador de Morena, cuando todavía coreaban el «sonoro rugir del cañón» del canto patrio.

Moreno manoteaba y reclamaba el incumplimiento de ampliar el debate.

-Te estoy pidiendo la palabra… exigía 'Alito'.

-No me toques -reviraba el morenista.

-¡Vente para acá…! ¡Te parto tu madre, cabrón!, amenazaba el campechano.

-No vengas a provocar -le advertía el presidente.

Y vino la zacapela. El mandoble de derecha de «Alito» Moreno y luego empujones, mientras Dolores Padierna a su vez jalaba de un brazo a Noroña para que abandonara el salón. Un colaborador del legislador morenista se interpuso y fue aventado al suelo violentamente por «Alito» quien todavía lo agredió en el piso.

En ese ring en que se transformó por momentos la tribuna, «Alito» no estuvo solo: atrás de él, a la expectativa, figuraba el jefe de los diputados, Rubén Moreira, y el senador Pablo Angulo. Al otro extremo, el también diputado tricolor Carlos Gutiérrez Mancilla, quien sí soltó golpes.

Noroña huía. «Alito» gritaba: «Hicimos un acuerdo».

El senador del Verde, Jorge Carlos Ramírez Marín le frenó el paso. «Cálmate, cálmate», le decía. «Las manos no, las manos no».

-Lo único que hace (Noroña) es que estemos peor el día primero (de septiembre) -amenazó el campechano.

-Lo único que haces es mandar la señal de que el Senado se está perdiendo, dijo compungido Ramírez Marín.

Quizás, hace rato que ya lo habían perdido.

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