En especial a mi hija Regina

Ser mujer representa un reto, sobre todo en Ciudad Juárez. Desafortunadamente, desde el inicio de los tiempos, las mujeres hemos sido vistas como inferiores a los hombres. Sin embargo, en cierto momento se percataron de que eso no era correcto y empezaron a intentar modificarlo. No para ser como ellos, no. Eso no es posible: ellos son hombres y ustedes son mujeres. Lo que desean y requieren es equidad en derechos, trato y condiciones.

¿Eran conscientes de que, hasta la fecha, en numerosos empleos se remunera menos a las mujeres que a sus compañeros hombres? ¿O contratan a menos mujeres porque podrían quedarse embarazadas y requerir permisos por maternidad? ¿O que al volver de esa licencia les obligan a «pagar derecho de piso», a pesar de haber estado trabajando allí por bastante tiempo? Sí, es bastante injusto, pero es un hecho. Por esa razón, y por muchas más, ellas combaten diariamente (y especialmente hoy, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer). Sin embargo, eso se reservará para otra ocasión. En esta nación, que se considera abierta, progresista y avanzada, cada 8 de marzo las mujeres protestan. Marchan y es hermoso, ya que avanzan unidas, de la mano, fuertes.

Sin embargo, ¿tienen idea de por qué marchan? Marchan debido a que es imprescindible. Celebran porque cada 8 de marzo, en numerosas partes, las congratulan. Las llaman «feliz día» y ellas deben aclarar que no, que no es un día feliz. Que no será un día alegre hasta que todas estén a salvo.

Cuando sean mayores, comprenderán por qué a sus hermanos tal vez les permitan salir solos por la noche, mientras que a ellas les soliciten que siempre vayan acompañadas, que informen al llegar, que no utilicen un Uber solas…

¿Eran conscientes de que, al ser mujeres, enfrentarán desventajas? Esperarán de ellas cosas que ni siquiera ellas esperan. Algunos creerán que pueden coser, bordar y abrir la puerta para salir a jugar. Sin embargo, pueden ser y hacer lo que deseen. Sean insurgentes. Sean sabios. Sean audaces. Sean encantadoras. Sean todo lo que deseen ser y no lo que otros deseen que sean (ni siquiera sus padres). Aprendan a establecer límites, digan que no. Y cuando les digan que no es posible, continúen intentándolo.

No se dejen llevar por la idea de que otras mujeres son su rivalidad; en realidad, al unirse a ellas, su fuerza se incrementa y se eleva. Reúnanse con otras mujeres (eso es lo que se conoce como sororidad): apoyen, motiven y evolucionen juntas.

En el Día Internacional de la Mujer, hay ciertos aspectos que deben conocer.

Su cuerpo es un santuario (qué complicado comprenderlo para transmitirlo). Cuídense de él y ámenlo. No para ser más bellas (¿qué significa ser bella, además?), ni más esbeltas, ni más nada. Cuídense de él porque es el que tienen, el que les facilita ir y venir, jugar, abrazar, correr y bailar. Su cuerpo le pertenece y con él pueden hacer lo que deseen. Sin embargo, también pueden abstenerse de hacer lo que no deseen. No permitan que nadie les haga creer lo opuesto jamás. En cualquier circunstancia y en cualquier instante, poseen la capacidad de rechazar. A lo que sea.

Son bellas, siempre, ni gruesas, ni delgadas, ni rubias, ni morenas. Su mente es lo que las hace bellas, no su figura, ni su tono de piel, ni su estatura, ni su celulitis, ni nada. Reflexionen, reflexionen hasta que sientan dolor de cabeza. Y siéntanse satisfechas de saber reflexionar. Siempre aprendan todo lo que logren, de cada lugar y de cada individuo, ya que el saber es una forma de poder.

Pónganse la ropa que deseen. Utilicen lo que las distinga y no permitan que nadie les indique cómo proceder. La vestimenta y el estilo son una representación de quiénes son y cómo se sienten. Y son fantásticas, no permitan que les impidan demostrarlo. Exprésense a su manera, que nadie les indique qué vocabulario pueden o no utilizar porque «no se ve bien» o porque es «menos femenino». ¿Qué significa ser femenina? Tómenlo como una decisión propia.

No existen objetos de niñas y objetos de niños: las cosas son solo cosas. Al igual que las profesiones y las actividades deportivas. Seleccionen lo que verdaderamente les guste, no lo que les dictan por su género.

Siempre busquen el amor en cualquier lugar. Es lo que impulsa al mundo. No llegaron a este mundo para ser madres y crear una familia. Oh sí. Encuentren SU ruta, no necesitan ponerse a lo que les imponga nadie. Si optan por ser mamás, está bien. Si no, igualmente. Tienen la opción de casarse o no. Pueden recorrer el mundo solas o en compañía. Pueden hacer lo que deseen: el universo les pertenece.

Pueden convertirse en lo que deseen. Es probable que tengan más dificultades que un hombre. Espero que, al crecer, este país avanzado y respetuoso siga siendo aún más avanzado y respetuoso, y que las disparidades de derechos entre hombres y mujeres no se presenten, o al menos sean algo menores.

Con afecto,

Para todas las niñas de Ciudad Juárez.

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