Así tal cual, hipocresía cobarde es la posición del PRI y el PAN respecto a la presencia de la Guardia Nacional en los estados. Y es que la semana pasada, en periodo extraordinario, en la Cámara de Diputados aprobamos la ley sobre la Guardia Nacional, así como dos normativas relativas a la seguridad pública del país. Necesitan ponerse de acuerdo, legisladores de la “oposición” y sus gobernadores, porque piensa bastante diferente y lo único que provoca eso, es una hipocresía cobarde.
Durante los dos días de discusión de estas normativas, tanto el PRI y el PAN, denuncian una supuesta militarización del país. La realidad es que no estamos haciendo otra cosa más que fortalecer la Guardia Nacional, enmarcándola para que todo quede claro en la ley y no haya interpretaciones.
La acción que estamos llevando a cabo y que inició en el 2018, no es otra cosa que la respuesta a la crisis que se estaba viviendo en nuestro país, derivado de la terrible estrategia de Felipe Calderón y la cual siguió Peña Nieto, profundizando aumento de la violencia, abusos, crisis y crecimiento de 900 por ciento de los grupos del crimen organizado.
Las dos sesiones se la pasaron diciendo que se está militarizando al país y a la seguridad pública tanto como se puede, además, de que según ellos, no se le deja la seguridad a los civiles. Nada más alejado de la realidad, porque esta modificación, particularmente, busca hacer de la Guardia Nacional un organismo fuerte e institucionalizado, capaz de continuar con el trabajo que se ha estado realizando, sin ningún pacto con el crimen organizado.
Mientras las y los pocos legisladores que le quedan al PRI y al PAN repelen a la Guardia Nacional de las calles (porque hay que decirlo, por un lado elogian el trabajo pero los quieren guardaditos), sus gobernadores, piden la presencia y una vez ahí, solicitan que no se retiren.
En Coahuila por ejemplo, existen casi 3 mil elementos de la Guardia contra los apenas 790 elementos estatales: en Durango casi 2 mil contra apenas mil elementos, Jalisco casi 7 mil de la GN contra poco más de 2 mil 500 elementos estatales. Y claro, es que para eso están, para coadyuvar junto a los elementos estatales las tareas de seguridad pública, porque es necesario a la par, fortalecer la capacitación tanto a los estatales como los municipales, las y los gobernadores lo saben, por eso, contrario a lo que piden sus legisladores, ellos solicitan la presencia de la Guardia Nacional.
La capacitación sin duda es algo que debe trabajarse, los elementos estatales y municipales son quienes permanecerán en sus entidades, pero eso no puede demeritar la presencia y refuerzo de la Guardia Nacional.
En Chihuahua, existen 3 mil 500 elementos de la Guardia Nacional por apenas mil elementos estatales, los cuales son hasta reclamados por la gobernadora porque saben del valioso trabajo que realizan. De hecho, en Ciudad Juárez, a principios de año, se asignaron 500 elementos de la Guardia Nacional para reforzar la franja fronteriza.
Y hay que aclarar también, la Guardia Nacional no solo atiende delitos del fuero federal, también lo hace de en los del fuero común, vaya, su trabajo y coordinación con los estados y municipios, es por lo menos de momento, imprescindible.
No se vale que por un lado exijan y vendan la presencia de la Guardia Nacional y por el otro, se beneficien del trabajo que hace este organismo, no hay que ser hipócritas cobardes.