Es innegable la intención de asesinato masivo registrada casi a la media noche del viernes en la colonia Profesora Simona Barba. Quedaron 10 lesionados a balazos, integrantes de una familia que disfrutaba de un convivio. Hubo menores de edad víctimas de la agresión.
Las primeras investigaciones policiacas indican que los agresores tenían como objetivo a un líder del grupo delictivo Artistas Asesinos y/o Doblados, por las abreviaturas AA, Iván, o “El Aspy”.
Durante la misma noche del viernes-sábado, agentes de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, detuvieron en Anapra a 20 integrantes de otro grupo criminal, La Empresa, en posesión de al menos 20 armas largas, armas cortas y gran cantidad de cartuchos. Fue un golpe de consecuencias impredecibles.
Durante miércoles y jueves sufrió la ciudad una ola violenta de ejecuciones, 11 un día y 15 el otro, respectivamente. En menos de 15 días que lleva junio suman casi 50 asesinatos. El jueves quedó registrado como uno de los días más violentos en varios años.
El grueso de las bajas tienen que ver con la insistencia de facciones del Cártel de Sinaloa por vender cristal y fentanilo en la ciudad y con la resistencia feroz del Nuevo Cártel de Juárez por impedirlo; su mercado es la cocaína, la mariguana y otras muchas actividades delictivas, no las drogas sintéticas.
En el bando de los “Sinaloas” aparecen precisamente Los Doblados que brotan como hongos a pesar del exterminio y a pesar de que permanecen presos cientos de ellos en prisiones de esta ciudad, de la ciudad de Chihuahua, de Parral e inclusive una cantidad importante en penales federales del interior de país.
Los policías han hallado en sus investigaciones que a los Doble AA se ha sumado lo que queda del Barrio Azteca, la otrora poderosa pandilla que fungió como brazo armado del Cártel de Juárez, con Amado y Vicente Carrillo Fuentes al frente.
Con el paso de los años, los Aztecas han sufrido severas divisiones. Las nuevas generaciones del grupo decidieron fundar La Empresa, que siguió con el Cártel de Juárez, aunque no como su principal grupo operador, pues los sucesores de los Carrillo decidieron “encargar” el trabajo de los Aztecas a otro grupo nuevo, totalmente propio, La Línea, integrada básicamente con policías de todas las corporaciones. Esta parte de la historia comenzó a partir del 2000.
Por el lado del NCDJ el combate en las calles es librado precisamente por sus grupos La Línea y La Empresa, hoy respaldados en el sicariato por pequeñas facciones de Los Mexicles, bastante disminuidos desde la muerte en 2023 de su jefe fundador, Ernesto “El Neto” Piñón de la Cruz, pero aún expertos en narcomenudeo, tráfico de personas, armas, extorsiones, secuestros, y en particular, ejecuciones.
La situación ha sido agravada y tiende a escalar con asesinatos sistemáticos como los ocurridos a media semana, pero con masacres como la intentada la media noche del viernes, que hizo recordar el multihomicidio de enero del 2010 en Villas de Salvárcar, con 15 víctimas fatales, la mayoría de ellos menores de edad. Eran tiempos de desolación para Juárez y Chihuahua por la confrontación brutal.
Hoy el ascenso violento tiene que ver con la incursión de Los Mayos, del Cártel de Sinaloa, primero en el corredor Aldama-Coyame-Ojinaga; de la capital Chihuahua hacia el noreste, y la desembocada que están dando en esta frontera a través del Valle de Juárez, que conecta hacia Ojinaga.
Desconocemos hasta dónde La Mayiza está involucrada personalmente en la guerra en Juárez, pues libra la propia contra “Los Menores”, “Los Chapitos”, en Sinaloa, pero no queda duda que su facción, que controla por completo Durango, “Los Cabrera”, Adrián y José Luis Contreras, decidieron meterse a Chihuahua tras considerar débil al NCDJ con la entrega de “El Robin”, Sergio Menchaca” al gobierno de los Estados Unidos, en enero del 2023.
Reforzó en los duranguenses la idea de debilidad también la muerte del operador principal de la Línea en Villa Ahumada, Jesús “El Chuyín” Salas Aguayo el año pasado.
Sus relevos, encabezados por “La Roberta” Aguayo, sobrino de “El Chuyín”, y “Los Cítricos”, los Ortega, apenas se dan abasto para respaldar el corredor Aldama-Ojinaga y ahora Juárez.
Una facción del NCDJ que formaba parte esencial del grupo de “El Menchaca” liderada por Roberto González Hernández hizo alianza con Los Cabrera desde antes que “Menchaca” cruzara el Río Bravo por Presidio y se pusiera en manos del gobierno estadunidense.
En adelante han sido cruentos los “topones” entre La Línea y los sicarios liderados por González, que persisten en la guerra a pesar de ser repelidos una y otra vez en toda la región. Apenas en septiembre del 2024 fueron dejados 11 cuerpos decapitados en pleno centro de Ojinaga
En abril de este año fue abandonado otro cadáver mutilado en la ciudad de Aldama con un mensaje dirigido al nuevo operador de Los Cabrera:
“Aquí está tu punto (el ejecutado)… entregar a: Roberto González Herrera. Se estaba muriendo de hambre, como los dos que se entregaron a los wachos, de perdida llévales comida, muerto de hambre (sic)”, decía en la manta con la que fue tapado el cadáver desnudo de la víctima.
Ahora queda claro que no fue ninguna casualidad el traslado de los 120 reos Doblados del Cereso estatal 3, de esta frontera, a los Ceresos de la ciudad de Chihuahua. Estuvo incluido en el movimiento como pieza principal de todos el jefe de los AA, Santos Nájera Ávila.
Los preludios de guerra mayor en la ciudad no son nuevos, solo que los nervios del NCDJ-Línea-Empresa, han sido acrecentados porque en las calles hay más venta de cristal, de fentanilo; hay cada vez más detenciones de traficantes con cargamentos importantes de dichas drogas.
Han sido apresados uno tras otro los enviados del Cártel de Sinaloa como jefes de plaza al Valle de Juárez, pero no cesan los movimientos de aquella región a la zona urbana de la ciudad; e inclusive intentan avanzar más allá de sus límites “acordados” con el Cártel de Juárez y se aparecen hacia Villa Ahumada y/o hacia San Jerónimo-Santa Teresa, de nuevo principal cruce de tráfico de personas hacia Estados Unidos y de armas hacia México.
Han sido arrestados Humberto R. R., “El Don”; Leonel Salas Favela, “El Sobrino”; Juan Carlos L. L., “El Charly”; el primero inclusive con solicitud de extradición de los Estados Unidos. Las operaciones no disminuyen aún sin ellos.
Es así por dos razones fundamentales que bien conoce La Línea y los hace reaccionar como ocurre ahora: además de agenciarse al “muerto de hambre” que trabajó hasta en la cocina con “El Menchaca”, Los Cabrera traen sus propias estrategias, sus propios recursos económicos sobrados y cuentan con los Doble AA que conocen hasta los últimos rincones de las zonas periféricas de la ciudad, donde “tiran” (distribuyen), decenas de miles de dosis diarias de anfetaminas.
Así aparece dibujada la escena que deben enfrentar las corporaciones de seguridad cuyos jefes han permanecido a la expectativa de momentos como el presente por todos esos hechos ocurridos durante los últimos dos años en el estado y en la ciudad. Su responsabilidad es impedir nuevas negras historias que los juarenses rechazan con todo su corazón.

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