La fotografía panorámica de una ciudad generalmente es hermosa. Si tenemos suerte, podemos compararla con otra fotografía del mismo lugar, y entonces podemos ver qué ha cambiado. ¿Estamos mejor o estamos peor? He sido fotógrafo, reportero o editor durante los últimos 30 años. La mayor parte de ese tiempo he estado en Ciudad Juárez haciendo periodismo de economía y negocios. Eso me ha enseñado a ver a mi amada ciudad como si fuera La Matrix: una danza de pequeños numeritos verdes y rojos que suben y bajan saltando arbitrariamente en las páginas de internet de las fuentes oficiales.

Amigo lector, este artículo se trata de eso, de comparar los datos de hoy con los de ayer, los datos de aquí con los de allá y desde ahí tratar de entender en dónde estamos, a dónde vamos y hacia dónde deberíamos ir. No intento tener razón, así que no voy a luchar por ella. Todo lo expongo desde mi opinión, que puede convivir en paz con cualquier otra. Cada quien podrá tener su verdad. Espero poder aportarle algo, por lo menos entretenimiento.

La danza de números que quiero narrar en este artículo está protagonizada por tres indicadores que son claves para conocer la salud de una economía: el empleo, el número de empresas y la derrama salarial.

Durante la pandemia, el nearshoaring había estado trayendo algo de empleo a la ciudad, pero en junio del 2023 Juárez alcanzó la cumbre en cuanto a empleo maquilador con 326,388 plazas. Apenas empezó Trump a anunciar que sería candidato a la Presidencia con toda su estrategia de Make America Great Again, y la inversión se frenó. Las plazas laborales de la maquiladora empezaron ahí una caída en picada que ya suma 22 meses. El último dato del INEGI, el de abril de 2025, dice que quedan 261,937 plazas en la maquiladora. Eso quiere decir que en sólo 22 meses la maquiladora despidió al 20 por ciento de sus trabajadores. Es un peligroso paso en este baile, dado que la maquila da más del 60% del empleo en la ciudad, y de su salud dependen los demás sectores económicos. Actualmente, el número de trabajadores en las maquiladoras de Juárez está por debajo del peor nivel de la pandemia, que cayó a 267,949 empleos.

El empleo total de la ciudad también ha sufrido los estragos aunque no tanto. Juárez alcanzó la cumbre de empleo en marzo del 2023 con 515,633 empleados registrados ante el IMSS, que se redujeron a 489,255 para junio de este año. Otros sectores absorbieron los empleados que soltó la maquiladora –mismos que se pelearon por más de un año–. Hoy la ciudad tiene 26,378 empleos menos que en ese marzo bendito del 2023, lo que significa una pérdida de 5%. No es tan grave, pero la tendencia es a la baja y sin una luz al final del túnel, pues la guerra comercial y los salarios altos de la frontera nos siguen empujando hacia abajo en la lista de las ciudades competitivas. Ya andamos en el escalón 13 a donde caímos desde el 10, mientras Chihuahua capital se metió al ranking de las ciudades con más de un millón de habitantes directo al sexto sitio en el 2023 y en el 2024 subió hasta el quinto escalón. ¿Qué hacen ellos que nosotros no?

El segundo protagonista de esta loca danza numérica es el número de empresas formales. Tomemos como indicador el número de patrones registrados ante el IMSS, donde se repite la tendencia del empleo, aunque a diferentes tiempos. Hay un crecimiento constante después de la pandemia, pero en octubre del 2023 la cifra de empresas llega a su pico con 12,005 patrones registrados ante el IMSS y de ahí empieza una constante picada hasta llegar a los 11,450 en junio de este año. Eso quiere decir que en 20 meses 555 patrones bajaron la cortina de su negocio en el IMSS y siguieron trabajando en la informalidad o simplemente cerraron. La pérdida de empresas en 20 meses equivale al 5%.

En el tercer acto tenemos a la derrama salarial que se hace en la ciudad. Voy a tomar como referencia solamente la derrama formal, que proviene de los salarios de los empleados registrados ante el IMSS y estoy dejando fuera lo que ganan los empleados informales y los burócratas que no están afiliados al seguro social. Veámoslo solamente como un indicador. Afortunadamente, la derrama no tiene una caída considerable. De hecho, la derrama salarial global pasó de los 9,009 millones de pesos en aquel fatídico marzo del 2023 a los 10,808 millones de pesos en el mes de mayo del 2025, lo que da un crecimiento del 20%. Esto obedece a que los salarios reales, los que registra el IMSS, ya se vieron presionados por el salario mínimo, que subió más del 400% con los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y de Claudia Sheinbaum Pardo.

En el acto final de esta pitagórica danza, a manera de conclusión, puedo decir que a pesar de que el empleo y las empresas están cada vez peor, es el aumento a los salarios lo que ha evitado que la economía local se desplome al ritmo de la maquila. Sin embargo, del contacto que he tenido con cientos de empresarios en los últimos años, puedo decir que las empresas ya se encuentran contra la pared. La productividad ha caído cerca del 10% según los datos del INEGI. Los costos de insumos, energía y laborales, así como la presión fiscal y administrativa, tienen contra las cuerdas a la mayoría de las empresas. El escenario de guerra comercial ha venido a complicarlo todo. No existe un indicador de que las cosas vayan a ir mejor pues la única estrategia anunciada, el Plan México, está muy lejos de poder despegar en términos prácticos.

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