-Avienta rutera sin placas… y no lo detienen
-Ahora fue incendio en el IMSS 6
-“Quién pompó”, la rola de AMLO para Andy
-De bistec a botanita: la dieta de la inflación
Otra raya más al tigre de las rutas de transporte de personal en Juárez fue puesta al mediodía del pasado miércoles, cuando el chofer de un camión de esos de antiguos prohibidos por la ley y sin placas, echó intencionalmente encima la unidad a la conductora de un automóvil.
La queja de la usuaria establece que el incidente ocurrió a eso de las dos y media de la tarde, cerca del cruce de Libramiento y avenida Las Torres, donde el imprudente conductor “aventó” el camión para impactar a vehículo, cuya conductora trataba de meterse a determinado carril.
La unidad -sin placas ni en regla con el año modelo, hay que recalcar- era la 6895 que da servicio a la maquiladora Shure Electrónica S.A de C.V. La afectada acusó al conductor de hacer esa maniobra en su intento por impedirle el paso, conocida actitud de los corteses, amables y educados ruteros.
Pero ese ni siquiera es el fondo del reclamo, sino que el conductor del camión se bajó con una sonrisa y le dijo a la afectada que siempre hace eso y que siempre sale ganando… y no se equivocó del todo, pues cuando llegó un agente de Tránsito de apellido Gómez, le dijo a la afectada que la falta de placas y la irregularidad del camión no era algo “relevante para determinar si es culpable del choque o no”.
El video que mostramos en La Columna es de la confrontación con el agente en torno a la falta de placas de la unidad; puede verse también con la foto del conductor de la ruta.
Tal vez el razonamiento del elemento vial tiene algo de validez en cuanto a lo concreto del incidente, pero este ya había rebasado el nivel de un simple choquecito, de esos que por un rozón terminan por voltear de cabeza grandes vialidades de la ciudad. Había escalado el asunto a un tema de legalidad general del responsable de conducir una unidad que puede acabar con vidas humanas, como ya ha sucedido en otras ocasiones.
Además, a un automovilista particular ni le perdonan la responsabilidad del choque ni le permiten seguir en posesión de su vehículo si no trae placas, pero las deferencias al camionero fueron tan exageradas que resultaron sospechosas.
¿Así de generoso será el agente Gómez con todos los vehículos sin placas e irregulares que participan en choques? ¿Y Transporte del Estado estará pintado en Juárez cuando ocurren incidentes de esta naturaleza atendidos por la autoridad vial municipal?
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Eso de la demagogia le ha salido muy caro a los mexicanos. Ya sabemos que de los dientes para afuera tenemos un servicio médico mejor que el de Dinamarca pero en la realidad aplastante tenemos a madres y padres con sus bebés corriendo para ponerse a salvo y poner a salvo a sus pequeños; también a personal médico…pacientes, familias de los pacientes…
Todos en pánico buscando alcanzar la calle frente al hospital número 6 del Seguro Social porque las viejísimas instalaciones fueron presa del humo y de un incendio que por fortuna no fue más allá del susto tremendo.
El nosocomio fue evacuado oportunamente pero quedó comprobado el deplorable estado de sus aparatos de aire, de sus instalaciones eléctricas, etcétera. Cualquier chispa provoca un desastre.
Muchos incidentes han sido registrados ahí, incluidas fugas de gas. Dirían los muy religiosos, no ha habido ahí una catástrofe porque Dios es muy grande.
Ojalá terminen los directivos del IMSS a nivel central y estatal por entender el peligro latente e inviertan lo necesario para mejorar las condiciones generales del lugar, utilizado cada día por miles de derechohabientes.
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Dime de qué presumes y de diré de qué careces, reza el adagio popular, una de tanta creaciones de la inventiva popular para referirse a la hipocresía o a la falsa moralidad.
La bandera de la humildad ha sido un de las principales consignas de la 4T, y por lo menos los dos últimos presidentes, Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo han preferido enseñar con el ejemplo.
Pero las burlas del expresidente en Las Mañaneras cuando ponía la canción de su paisano Chico-Ché “Quién Pompó” hoy es pieza favorita para referirse sus detractores al viaje de Andy a Tokio, y que le generara burlas hasta de Gerardo Fernández Noroña por su manifiesta cursilería.
La misma Presidenta, en la Mañanera, se rehusó a hablar del caso de Andy pero da igual, porque subrayó de nueva cuenta la importancia de gobernar con el ejemplo, “como simples ciudadanos”.
El colmo es que en medios nacionales aparecieron fotografías de la diputada sonorense por el PT, Diana Karina Barreras, esposa del morenista Sergio García Luna, presidente de la Cámara Baja, presumiendo anillos, collares y relojes, que van desde los 63 mil pesos hasta los 681 mil, este último el precio del reloj del diputado.
La legisladora es reconocida también por haber obligado a una “influencer” en Sonora, Karla María Estrella, a disculparse públicamente por haber twitteado que el cargo se lo debía al esposo, por lo cual la acusó de violencia política de género.
Quién sabe si pretendan ahora hacer lo mismo con el académico jaliciense, Jorge García Orozco, que exhibió el compendio de las fotos y los precios, aunque solamente harían más
viral el chisme nuevo de la austeridad morenista.
Conviene que los políticos se cuiden de lo que prometen. Ya ven lo que le pasó a Javier Corral con su “apostolado” contra la corrupción.
Como dice otro adagio popular, “si no quieres que se sepa mejor no lo hagas”…Por lo pronto la oposición estará muy atenta a todos estos casos. La oposición a Morena, y la oposición en Morena a Andy.
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Como decía Hemingway: “¿Cómo terminaste en bancarrota? —De dos maneras: primero lentamente, luego de repente.”
De la misma manera se encarecen las cosas esenciales en México. Primero unos centavos más, luego unos pesos… y de pronto, se nos va la proteína de la mesa.
Los datos de julio confirman algo que muchas familias ya sienten en el bolsillo cada vez que van al súper o al mercado: la comida.
Sobre todo la proteína, se está volviendo un lujo. Hacer una carnita asada o comerse unos tacos en la esquina, requiere un verdadero esfuerzo financiero.
La inflación general en México se ubicó en 3.51 por ciento anual, pero el alza en los productos pecuarios —carne, huevo, pollo, leche— fue de 10.29 por ciento, casi el triple. Hace un año ya preocupaba que rondara el cinco por ciento en este segmento. Hoy, el problema se duplicó. ¿Y mañana?
Lo más alarmante no es solo el dato frío, sino lo que representa: una dieta más cara, menos accesible y menos nutritiva para millones de personas.
Es la pérdida silenciosa del poder adquisitivo en lo esencial. Una persona puede dejar de cambiar el celular o comprar ropa nueva, pero no puede dejar de comer. Y mucho menos puede sustituir con facilidad lo que nutre y sostiene la salud: proteínas de calidad.
En Ciudad Juárez la inflación se acelera aún más: 4.94 por ciento, por encima del promedio nacional ya mencionado. Vivienda, educación y comida, encabezan el costo de vida en esta fronteriza urbe, donde sale caro sortear el verano…y el invierno.
Para quienes presumen estabilidad macroeconómica, conviene mirar un poco más al refrigerador de las familias mexicanas. La apariencia de los datos macro pueden dar la impresión de estar bien, pero si la gente tiene qué elegir entre comer proteína o pagar la luz, entonces algo está mal en lo micro… y en lo humano.
Si la mayoría de los estadounidenses obtienen más de la mitad de sus calorías de alimentos ultraprocesados para completar la dieta, según un reporte reciente, ¡imagínese lo que sucede en México!