Hay una película llamada Chicuarote, dónde dos jóvenes salen de San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, buscando subsistir, y se retrata la precariedad de las comunidades marginadas. La escena icónica de un asalto a mano armada en un viaje de camión público, donde un par de jóvenes, personificados de payasos, al no recabar dinero solicitándolo amablemente, optan por sacar un revolver, con un lenguaje ya violento a los hasta entonces, indiferentes pasajeros, misma escena que recuerda un tanto al director cinematográfico Tarantino en Tiempos Violentos, dónde un par de ladrones jóvenes argumentan porque sería conveniente asaltar la cafetería donde se encuentran de comensales y súbitamente inician un robo con gritos violentos y revólveres. La juventud en desesperación, en rebeldía y en una profunda trasgresión, irrumpe la escena.
Ahora las redes sociales, especialmente TiK Tok se han inundado de pequeños films en diversas ciudades de la república mexicana, y países de Latinoamérica, con la personificación de payasos urbanos o en zonas rurales, pueblos mágicos, al son de una canción chicha peruana o cumbia, llamada Ojitos mentirosos, de gran éxito con el grupo lagunero Tropicalísimo Apache en los años ochenta. Los payasitos de ojos tristes, se basan en los de la película Chicuarote, ya sea que el nombre surgiera por el chincual que genera un comportamiento inquieto en los niños, por las serpientes del maíz o el gentilicio de los habitantes de San Gregorio, incluso por un chile muy picante, que crece en esa región de Xochimilco.
“Mienten, mienten tus ojitos
Miran, miran tan bonitos
Y mi corazón se hace pedacitos
Y mi corazón se hace pedacitos”
Aparecen pues, personas con cara de payasito triste, igual niños, que personas mayores, y es un Trend que sin duda ha retado a los más jóvenes en un andar de creatividad. Combinando tecnología de grabación, filtros y colores que hubiese usado González Inárritu en su Amores Perros tal vez. Si bien hay muchísimas opiniones que puedan surgir al respecto de la calidad de los mini films, incluso los más jóvenes han criticado severamente algunas composiciones muy vánales y frívolas, la verdad es que hay un elemento de identidad entre ellos, el hecho de ser visibilizado en cualquier entorno. Siendo el payaso, se abre una escena teatral, de atención, aún en los más deteriorados, viejos, sucios e inhóspitos ambientes. El dolor que se hace burla.
Así, como son los jóvenes, aparecen elementos de color y de comida callejera, picante o muy dulce, la calle, el bailecito rítmico, correr, las letras corpóreas de las comunidades, puentes, la noche, el transporte público, iglesias, monumentos deteriorados, callejones sucios. Lo que cualquier joven puede hacer y ve en el día a día de camino a su casa, escuela o incluso, trabajo u oficio.
Los niños y los viejos, lucen desamparados, pero resignados en su realidad, mientras pensamos en la letra de la canción, que es de una profunda decepción, pues alguien de apariencia tierna miente y rompe el corazón.
Es nuestro Juárez, quien también nos hace el corazón pedacitos muchas veces, aquí se contabilizan cerca de 463 mil jóvenes, de estos 414 mil estaban entre los 10 a los 24 años y los adolescentes de 10 a 17 años de edad eran el 30.6 por ciento de la población. Según datos de Informe Juventudes de Plan Estratégico de Juárez en este 2025, entre los jóvenes de 15- 29 años, el 50 por ciento se encuentra ya inserto en la población económicamente activa, trabajando en maquiladoras. Es muy marcado el dato de que muchos de ellos viven en precariedad económica y desigualdad. Por ejemplo se sabe que en 2025, 55 por ciento de las mujeres de este rango de edad gana un salario mínimo al día frente a un 40 por ciento de los hombres que también ganan esta cantidad, dejando una brecha en el salario. Trabajan más los varones que las jovencitas y ellas estudian más, hasta llegar a mayor grado escolar. Sin embargo la carga del trabajo doméstico es mucho mayor en las jóvenes hasta un 83 por ciento, comparado con un 72 por ciento de los hombres. Dentro de la población que aún no trabaja es por dos causales, la mitad asiste a la escuela, y la otra mitad se queda a hacer labores domésticas no remuneradas.
Ayer escuchaba, que el hecho de que hubiese tantos tik toks de los “Ojitos mentirosos” entre los jóvenes era porque estaban en su periodo vacacional o no tenían algo mejor que hacer, yo creo que según los datos ya mencionados, los jóvenes hacen mucho, pero están poco vistos en la sociedad, Incluso en la pandemia, cuidábamos a los más pequeños, y a los mayores, a los trabajadores con factores de riesgo, a las embarazadas y a los adolescentes ¿quién los cuido? Del aislamiento y en todos los aspectos.
Tal vez es una moda el trend, pero una muy creativa sin duda, romantizar la pobreza, la desigualdad los espacios urbanos viejos, sucios, solos e inseguros son los elementos en común de estás pequeños films.
Y si pensamos en cuales ojitos pudiesen nombrar, ¿Quiénes les hemos mentido más? Sus padres al proclamarles amor y negarles el tiempo y cuidados, separándolos con una nana celular. El gobierno al pedirles su voto, los partidos políticos al hacerlos fuerza de trabajo barata, sin efectiva participación, las escuelas al decirles que sus buenas notas, su competitividad los harán llegar lejos, cuando vemos que nuestros gobernantes dicen con tanto orgullo que gozamos de las mejores instituciones educativas, pero hablan de Harvard, su alma mater, mientras sus hijos estudian en el extranjero.
¿Han mentido los empresarios a sus obreros al ofrecerles buenos ambientes laborales con bonos de contratación, para luego explorar su tiempo y salud?
O les hemos mentido a las personas mayores, para fantasear que después de años de trabajo extenuante, tendrán derecho a una pensión digna. A los más vulnerables, ¿qué no les hemos dicho? El crimen organizado sin dudar, les miente.
Como sea, hay un mensaje político en estos trend: Aún con Ojitos mentirosos, Mírame.