Ciudad de México.- Con el objetivo de subsanar omisiones en la reforma que transfirió la Guardia Nacional a la Defensa Nacional, la Cámara de Diputados aprobó en lo general una nueva modificación constitucional para otorgarle al Senado y, en su caso, a la Comisión Permanente, la facultad de ratificar los mandos superiores que realice la titular del Ejecutivo federal.
La minuta del Senado que modifica los artículos 76 y 78 constitucionales para incluir el control parlamentario sobre el nombramiento de rangos superiores de la Guardia Nacional fue avalada con 348 votos a favor de Morena, sus aliados y Movimiento Ciudadano -a excepción de Claudia Ruiz Massieu y Gibrán Ramírez, que votaron en contra- y 98 votos en contra del PAN y del PRI.
Durante el debate, la Oposición le reprochó a la mayoría las prisas y el desaseo con el que legisla, mientras que el oficialismo minimizó la reforma, al calificarla como una simple armonización.
La emecista Claudia Ruiz Massieu indicó que el dictamen del que es autor Adán Augusto López, líder de Morena en el Senado, tiene su origen en la reforma de 2024 que constitucionalizó la militarización de la Guardia Nacional, por lo que respaldarlo, sería avalar la esencia misma de aquella modificación.
«No es un simple acto de armonización, es el reconocimiento constitucional expreso de la existencia de una nueva corporación de las Fuerzas Armadas con mando, con integrantes, con formación, con fuero y con un sistema de ascensos», dijo.
La ex priista advirtió que la omisión es fruto de las prisas y el desaseo, pero rechazó que la modificación fortalezca el control parlamentario del Senado sobre la Guardia Nacional, porque en los hechos, lo que hace, es seguir legitimando la militarización de la seguridad pública.
«Al equiparar la forma y el procedimiento en que se decide los ascensos de los mandos de la Guardia Nacional con el régimen de las Fuerzas Armadas, no sólo están subrayando el carácter de ese cuerpo como un cuerpo militar, sino que van a sustraer a esos mandos del escrutinio del legislativo y los va acobijar con el mismo mando de opacidad que tradicionalmente ha cubierto lo que hacen las Fuerzas Armadas», advirtió.
El panista Federico Döring criticó que la mayoría afirme que la modificación sea presentada como un contrapeso democrático, cuando su autor es el senador Adán Augusto, señalado por nexos con el grupo criminal La Barredora.
El legislador recordó que es la mayoría la que ratifico a personajes como los primos Farías Laguna y los designaron Vicealmirantes.
«Nos vienen a decir que es un contrapeso democrático, que su mayoría encabezada por el líder del cártel de La Barredora en el Senado, es el contrapeso democrático para estas ratificaciones de ascensos en la Guardia Nacional. ¿Cómo cuáles, como el de los pillos Farías Laguna, los primos? Ese nombramiento y ese grado de Vicealmirante no es de los Gobiernos anteriores, es de su Gobierno, son sus nombramientos y fueron ratificados por ustedes», dijo.
Tras calificar la modificación como un «parche legislativo», César Domínguez, del PRI, acusó que el dictamen se originó por las prisas, por hacer reformas sin análisis y por hacer de la seguridad un juego que no soluciona la realidad de las y los mexicanos.
«En política, frecuentemente la forma es fondo y hoy las formas no están cumpliéndose, porque hemos llevado a cabo una reforma a estos artículos en tres ocasiones en sólo un año», dijo.
El legislador indicó que el voto en contra de su bancada se debe a que son congruentes en su rechazo a un proyecto que continua con la militarización del país y que pone a las Fuerzas Armadas ante la «tentación» de la corrupción.
«¿No les queda claro que la estrategia de militarización está poniendo a nuestras Fuerzas Armadas sujetas a ser proclives, algunos de sus integrantes, a la tentación de la corrupción? ¿No está claro lo que sucedió con los elementos de la Marina que participaron en la red de huachicol fiscal al amparo del Gobierno de Morena?», cuestionó.
El morenista Favio Castellanos Polanco aseguró que la modificación constitucional es un mensaje claro de la mayoría de que estarán observando la conducción de la Guardia Nacional.
El legislador sostuvo que la ratificación del Senado no sólo legitimará a la Guardia Nacional, sino que la blindará.
«Una Guardia Nacional cuyos mandos cuenta con el aval del Senado es una Guardia Nacional blindada, es una Guardia Nacional que no sólo demuestra disciplina, sino que, además, demuestra legitimidad», dijo.