Hong Kong, Hong Kong.– Al menos 14 personas murieron en Taiwán tras la ruptura de un dique lacustre provocado por el paso del tifón Ragasa, cuyos fuertes vientos y lluvias torrenciales azotaron la mañana del miércoles el sur de China y Hong Kong, que declaró alerta máxima.

A las 08:00 horas locales del miércoles, Ragasa se encontraba a unos 120 km al sur de Hong Kong, según el servicio meteorológico local, al avanzar por el mar de China Meridional en dirección oeste con vientos máximos de 195 kilómetros por hora.

Antes de embestir el sur de China, el ciclón descargó lluvias torrenciales en el norte de Filipinas y el sur de Taiwán, donde el martes se rompió una barrera lacustre que inundó un pueblo vecino, según un video obtenido por AFP.

Al menos 14 personas murieron y 18 fueron heridas, anunciaron el miércoles las autoridades del condado de Hualien, en el este de Taiwán. Otras 30 personas permanecen desaparecidas, según la misma fuente.

Ragasa causó al menos dos muertos, derribó árboles y arrancó techos al embestir el norte de Filipinas, donde miles de personas buscaron refugio en escuelas y centros de evacuación.

Alerta máxima

«Se emitió la señal de huracán número 10 a las 02:40 horas locales», declaró el Observatorio de Hong Kong, que precisó que ese nivel «permanecerá en vigor durante cierto tiempo».

A causa del tifón, el transporte de la ciudad semiautónoma china permanece suspendido desde el martes y los comercios cerraron.

Un reportero de AFP vio cómo olas de casi cinco metros de altura rompían contra el paseo marítimo del barrio residencial de Heng Fa Chuen, en Hong Kong, al caer la noche.

Terence Choi, residente de la zona, dijo que había almacenado comida para dos días en su casa y añadió que estaba «bastante nervioso» ante la posibilidad de quedar sin electricidad ni suministro de agua potable.

Las autoridades pidieron a los habitantes de las zonas bajas que estuvieran atentos a las inundaciones y abrieron 46 refugios temporales.

También se instalaron barricadas y pasarelas elevadas.

Yang Lee-o, una septuagenaria que reside desde hace 40 años en Lei Yue Mun, en el este de la isla de Hong Kong, contó a AFP que durante un supertifón anterior, el agua le llegó hasta los muslos.

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