Luego del sismo de ayer en la región, se empató la ocurrencia récord de este tipo de fenómenos registrado en 2022, año en que se documentaron cuatro temblores.
Apenas en los primeros dos meses de este año se han presentado cuatro movimientos telúricos, los mismos que durante todo el 2022, indican datos de archivo periodístico.
Ayer se pudo sentir un temblor de 4.7 grados en la escala de Ritcher, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional. Además se acumulan los temblores del 18 de febrero, con 4.6 grados; el del 14 de febrero, con 5.5 grados y el del 8 de enero, con 5.0 grados en la escala oficial.
Hasta ayer, el 2022 era el año con el mayor número de sismos registrados, con cuatro: el 3 de agosto, de 4.9 grados; 17 de noviembre, de 5.3; 23 de noviembre, de 5.2 y 15 de diciembre, con 5.0 grados Ritcher.
El viernes, un sismo registrado a las 12:33 de la tarde a 24 kilómetros al suroeste de Ackerly, Texas pudo sentirse por algunos fronterizos. De acuerdo con los datos preliminares compartidos por la Dirección de Protección Civil del Municipio, el fenómeno ocurrió a una distancia aproximada de 437 kilómetros de Juárez.
Se trató de un sismo de 4.7 grados en la escala de Richter, informó el Gobierno local.
Incluso, debido al movimiento telúrico, empleados de Torres Campestre fueron evacuados por personal de Protección Civil, tras el sismo registrado. Personal de seguridad del edificio ubicado en el bulevar Tomás Fernández retiró a los trabajadores, ante el temor de algún riesgo, indicó un capitán de Bomberos.
De acuerdo con los radios de afectación para sismicidad establecidos en el Atlas de Riesgos Naturales y Atlas de Riesgos Antropogénicos del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), de las 966 colonias en Juárez, 14 ubicadas al oriente de la ciudad están catalogadas con alta vulnerabilidad a un sismo; mientras que otras 386 demarcaciones urbanas al centro y sur de la ciudad tienen una vulnerabilidad media.
Las colonias marcadas como de alta vulnerabilidad están asentadas sobre suelo en el que existe material de tipo arcilloso, lo que las hace aparecer como una zona susceptible, en la que se pudieran amplificar los efectos de sismicidad, advierte el estudio.
Desde hace al menos tres años, geólogos de la UACJ han advertido de una mayor incidencia de temblores a causa de dos factores: la primera, por la Falla del Río Bravo (Rio Bravo Rift), supuestamente reactivada tras décadas de relativa calma, y, la segunda, por una fractura hidráulica o “fracking”, una técnica que permite extraer gas de esquisto, un tipo de hidrocarburo no convencional, y petróleo que se sacan en terrenos del vecino estado de Texas.
Se empata el récord de sismos en Juárez
