Una videollamada presenciada por dos testigos, en la que Martha Alicia M. A. presuntamente pidió instrucciones para realizar una cesárea clandestina, permitió a la Fiscalía conocer que en el delito de feminicidio agravado e intento de homicidio agravado que se cometió la tarde del 17 de julio hay al menos cinco personas involucradas.

El antecedente de investigación fue abordado brevemente por la jueza de Control que llevó la audiencia inicial contra M. A., y señaló que fue dicho dato de prueba con el que se acreditó que la víctima fue incomunicada y su asesinato ocurrió con la participación de más de dos personas, lo que configura las razones de género que hicieron el caso de Leslie G. C. un feminicidio.
También fue razón de género señalada por la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas de Delitos por Razón de Género el que a Leslie se le infligieron lesiones antes y después de su muerte, de acuerdo con la necrocirugía realizada tras el hallazgo de su cadáver el 25 de julio.
Como agravantes del delito de feminicidio se precisó su condición de embarazada, así como que fue sometida a prácticas que alteraron su estructura corporal con menosprecio a su cuerpo –pues se le extrajo el útero para remover al bebé, y se le dejó desangrando con dicha herida– y que su cadáver fue ocultado enterrado en el patio de la casa 1909 de la calle Puerto Abedul en Portal del Roble.
En la videollamada con que se comprueban algunas de las agravantes, la testigo, una enfermera, observó a una persona en un colchón pateando al aire intentando defenderse, mientras que al menos cinco personas aparecían en la escena, aunque la Fiscalía sólo ha logrado la identificación de una de ellas: la acusada.
Dicha enfermera fue contactada presuntamente por M. A. para que la dirigiera en la intervención quirúrgica para la que no contaba con un espacio adecuado, conocimientos ni herramientas, a decir de la jueza de Control que terminó por vincularla a proceso.

Los hechos
La investigación ministerial del caso permitió conocer que el 17 de julio de 2025, Leslie G.C fue reportada como desaparecida luego de que salió de su casa, según su madre, para “recoger un dinero”, y ya no volvió.
Ese mismo día, entre las 4:30 de la tarde y 9:30 de la noche, presuntamente Martha Alicia M. A. le realizó una cesárea clandestina en la casa 1909 de Puerto Abedul, para extraerle un producto de siete meses de gestación. La mujer murió de choque hipovolémico (falla orgánica) por extracción del útero. Su cuerpo fue enterrado y hallado hasta el 25 de julio, en el patio de la vivienda.
M. A. buscó una asesoría por videollamada de una mujer enfermera. Además, habría involucrado a una adolescente en el feminicidio de Leslie G. C. –hecho por el que se le dictó auto de no vinculación a proceso, y por el que la Fiscalía debe buscar más pruebas si desea continuar con ella como supuesta responsable–.
La acusada llevó el 17 de julio, tras la operación, al bebé a una clínica en Paseos de Zaragoza, donde el personal médico determinó que había lesiones en el bebé que ponían en riesgo su vida, al ser prematuro y haber sido removido en condiciones inadecuadas. Los médicos trataron al pequeño y revisaron a la imputada, para obviar que no era la madre, por lo que llamaron a la Policía.
De acuerdo con una testigo, M. A. dijo que recibiría 200 mil pesos por el bebé, pero no dijo a quién se lo entregaría ni con qué propósito.

Culpa a ‘La Empresa’ y a los ministeriales
Durante su declaración ante la jueza de Control en el Distrito Bravos que atendió la causa penal 4193/2025 por feminicidio agravado y homicidio agravado en grado de tentativa, M. A. aseguró que la culpable de todo era la adolescente que se tiene como víctima de la causa penal en que no se le pudo sujetar a proceso en el Distrito Morelos.
Dijo que la adolescente hacía lo que le pidieran internos del Cereso 3, integrantes del grupo delictivo “La Empresa”, que –según la acusada– se coludieron con agentes ministeriales para amenazarla para lograr que se inculpara del feminicidio o de lo contrario le harían daño a ella y a su familia (un hijo con discapacidad visual y otro recluido en el mismo penal sentenciado por secuestro).
En su testimonial, dijo que ella no estuvo en la casa 1909 de Puerto Abedul, sino que sólo recogió al bebé de manos de la adolescente y un hombre más, para entregarlo en un supermercado a desconocidos, pero terminó por huir al hospital, perseguida por una motocicleta con integrantes del grupo delictivo a bordo.
Al corte de esta edición, M. A. es la única detenida y vinculada a proceso, relacionada con el asesinato de Leslie G. C.

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