Puede que Elon Musk esté intentando que Tesla se aleje de los vehículos eléctricos y se centre en los robots humanoides, pero para los inversionistas escépticos, el estancamiento de las ventas y la desorbitada valoración bursátil de la empresa son evidentes.

Deseoso de transformar al fabricante de automóviles en una potencia de la Inteligencia Artificial, Musk declaró a principios de este mes que aproximadamente el «80% del valor de Tesla será Optimus», en referencia a la iniciativa robótica de la compañía, pero eso es para el futuro.

Actualmente, se espera que las ganancias de Tesla en el 2025 se desplomen casi un 30%, mientras que su negocio de robotaxi aún está a años de ser rentable y se enfrenta a una dura competencia de Waymo, de Alphabet, entre otros.

«A estas alturas, se puede atribuir cualquier tipo de valoración a los robots», expuso Thomas Thornton, fundador de Hedge Fund Telemetry.

«Los mercados no han investigado a profundidad sobre los robots. ¿Qué empresas existen? ¿Qué tan buena es su tecnología? ¿Cuánto ganan? ¿Existe realmente demanda por robots personales?».

Tesla ha sufrido una desaceleración generalizada de los vehículos eléctricos, que se produjo en el 2023 y empeoró en el 2024. Sin embargo, al mismo tiempo, sus acciones se han encarecido cada vez más.

Éstas cotizan a unas 155 veces las ganancias de la compañía durante los próximos 12 meses.

Así, la acción de Tesla es, por mucho, la más cara entre las Siete Magníficas, que incluye a los gigantes tecnológicos Alphabet, Amazon, Apple, Meta Platforms, Microsoft y Nvidia.

La siguiente empresa más cara del grupo es Nvidia, la gigante de chips de IA, con un múltiplo de 31 veces sus ganancias futuras.

«Tesla tiene un precio similar al de una empresa en crecimiento, pero ha experimentado un crecimiento de ingresos poco significativo en los últimos dos años», anotó Dmitry Shlyapnikov, analista de Horizon Investments que trabaja con gestores de cartera.

«Elon Musk necesita ofrecer a los inversionistas una historia de crecimiento diferente y Optimus es la respuesta», manifestó.

Eso explica por qué el paquete salarial sin precedentes de 1 billón de dólares (un millón de millones) de Musk se basa en gran medida en los robots.

«Tesla nunca se ha valorado estrictamente como una empresa automotriz, sino como una apuesta a la capacidad de Musk para dar vida a un futuro de ciencia ficción», declaró Steve Sosnick, estratega jefe de Interactive Brokers. «La prometida revolución de los robotaxi no parece ser suficiente, por lo que un giro hacia los robots humanoides es otra medida para intentar que esto suceda».

Ayer, la acción de Tesla ganó 7.4%.

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