En un acto que algunos interpretan como un desafío directo a las autoridades estatales, el Condado de El Paso llevará a cabo este sábado 16 de agosto la última edición de su programa de canje de armas por vales de compra, conocido como “Gun Buyback”.
La iniciativa, impulsada y coordinada por la comisionada del Precinto 1, Jackie Butler, concluirá debido a que el Estado de Texas prohibió su continuidad, argumentando que contraviene leyes relacionadas con la posesión y transferencia de armas.
El programa, vigente desde hace varios años, ha permitido que cientos de residentes entreguen voluntariamente armas de fuego a cambio de tarjetas de regalo para comercios locales, con el objetivo de reducir la presencia de armas en los hogares y prevenir incidentes de violencia. Antes de que la nueva ley entre en vigor el 1 de septiembre, el Condado ha decidido realizar esta última jornada, en la que se espera una amplia participación ciudadana.
“Este programa ha salvado vidas y reducido riesgos. Lamentamos que el Estado no lo respalde, pero no podemos desaprovechar la oportunidad de hacer una última entrega que ayude a nuestra comunidad”, afirmó la comisionada Butler durante la presentación oficial del evento en la Sala del Tribunal de Comisionados Alicia Chacón.
El juez del Condado, Ricardo Samaniego, advirtió que mantener armas en casa puede derivar en tragedias, especialmente cuando hay menores.
“Hemos tenido muertes accidentales porque un niño encuentra un arma. Es difícil que un menor entienda las leyes y sepa que no puede entrar a la escuela con un arma. Las consecuencias pueden ser muy graves”, señaló.
En Texas, la disponibilidad de armas es especialmente alta. Según datos de Everytown for Gun Safety y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), entre 2021 y 2023 murieron más de 13 mil personas en el estado por incidentes con armas de fuego, de las cuales alrededor del 60% fueron suicidios y el resto homicidios y muertes accidentales.
El alguacil del Condado, Oscar Ugarte, aseguró que la iniciativa ha servido para retirar armas potencialmente peligrosas de la comunidad.
“Siempre hay crímenes en los que hay armas involucradas, incluso si no se disparan. Muchas se encuentran en casas o vehículos durante investigaciones criminales”, explicó.
María González, vecina del Este de la ciudad, celebró la medida: “Yo crecí en un hogar con armas y siempre me sentí insegura. Este programa es una bendición para quienes no queremos armas en casa”.
En contraste, Ernesto Ruiz, residente del área central, opinó que la medida es sólo parcial: “La violencia no se acaba porque entregues un arma; hay que atacar las causas, no sólo los objetos”.
La entrega se realizará de forma anónima, con estrictas medidas de seguridad, en la Oficina Recaudadora de Impuestos ubicada en 6900 Delta Dr., junto al Parque Ascárate, de 8:00 am a 12:00 pm. Los vales económicos serán: 50 dólares por armas no funcionales, 100 por rifles y escopetas, 100 por pistolas de mano y 200 dólares por rifles de asalto.
Para la congresista Verónica Escobar, el programa es vital: “En Texas hay más armas que personas. Programas como este permiten que quienes no quieran sus armas puedan entregarlas de forma segura para su destrucción”.
Con esta jornada, el Condado de El Paso pondrá punto final a un esfuerzo que, más allá de su resultado estadístico, ha abierto un debate sobre el papel de las autoridades locales frente a las restricciones estatales en materia de seguridad y control de armas.
“Muchas personas ven en este programa una vía segura para deshacerse de un arma sin temor a repercusiones legales. Es una herramienta de prevención que ha demostrado resultados”, comentó un portavoz de la Oficina del Sheriff que, al igual que la Oficina del Fiscal del Condado, James Montoya, participa en el canje.
“El objetivo es sacar armas de la comunidad que no se estén usando. Muchas personas tienen un familiar que falleció y conservan esa arma de fuego guardada en la casa y, desafortunadamente, a veces los jóvenes las usan con malas intenciones”, expresó el titular de la Oficina del Sheriff del Condado de El Paso.
A decir de las autoridades, el evento, que ha encendido la atención mediática y política local, no se trata de un acto de confrontación política, sino de una acción en favor de la seguridad pública.