La manera en que Roger Waters cuenta el origen de su canción «Wish You Were Here», que da nombre al disco de Pink Floyd publicado hoy viernes hace 50 años, es casi tan hipnótica como el propio tema.
«Intento no analizarlo demasiado, sería como si al investigar a una mariposa terminaras con polvo y pedazos rotos», le compartió al entrevistador Dan Rather.
Pink Floyd se había consolidado como uno de los grupos referentes en el rock con su álbum previo, The Dark Side of the Moon, en 1973, tan reconocido por la crítica y los fans que le había permitido salir de gira por un par de años, pero aquello puso a la banda en una situación de agotamiento, de desgaste, con la presión añadida de cómo superarse a sí misma.
Su situación se había tornado complicada tiempo antes, cuando el cofundador de la alineación y artífice de la genialidad que habían desplegado, Syd Barrett, fue excluido debido a su comportamiento errático e impredecible, por problemas con sustancias y un trastorno de su psique.
En ese contexto, para plasmar lo que significó su partida y su forma de entender la vida, a modo de homenaje, el grupo creó un himno de rock progresivo y tintes cósmicos que ha fungido como apertura en muchos conciertos: «Shine On You Crazy Diamond», tema de nueve secciones.
De acuerdo con Waters, su alter ego David Gilmour trabajaba en un riff que captó su atención, y le pidió que lo repitiera, pero cuando se interesó en saber cómo continuaba, él le respondió que solo tenía eso, lo cual jugó el rol de una chispa que detona la genialidad.
«Me gustó y le dije: '¿Te importa si veo qué sucede después?'. Escribí la canción muy rápidamente, probablemente en una hora. Fue uno de esos momentos felices cuando el flujo de la conciencia funcionaba, llegaban palabras con métrica, sentido, una melodía musical, y encajó.
«El disco trataba sobre la ausencia, en cierta medida sobre la pérdida de Syd Barrett, quien había sucumbido a una enfermedad mental siete u ocho años antes. 'Sólo somos dos almas perdidas nadando en una pecera…'», le contó Waters a Rather.
Si bien Wish You Were Here, el noveno material de la agrupación en menos de una década, no fue el mismo parteaguas que The Dark Side of the Moon, sí mostró los alcances artísticos que perseguían Waters, Gilmour, Richard Wright y Nick Mason en esa etapa totalmente conceptual, que despertó el interés de un público cada vez más numeroso y en más países: el álbum logró mantenerse por 46 semanas en el Billboard Hot 200, llegando al número uno.
Pese a tener solo cinco canciones, grabadas en los estudios Abbey Road, la producción dura 44 minutos, un estándar de los LPs de la época. Precisamente la que abre y la que cierra el álbum (que entonces tenía dos lados, A y B, hasta que a finales de los 80 entró en escena el CD y cambió todo) es «Shine On You Crazy Diamond», cuyo viaje psicodélico dura 13:30 minutos con los fragmentos I-V, y 12:27 de la VI a la IX.
Sus composiciones también funcionaban como una declaración de principios, como se presenta en la portada del álbum, que muestra a dos hombres trajeados dándose un apretón de manos, mientras uno se incendia, en medio de los estudios de Warner Bros. Una obra de arte más del estudio Hipgnosis.
Los diseñadores a cargo pensaban que el tema «Have a Cigar» hablaba de lo poco sincera que es la industria musical y buscaban una imagen que mostrara a dos empresarios, donde uno perdía un trato.
Uno de los autores, Aubrey Powell, contó a The Guardian que fue a Los Ángeles para encontrar a un doble de acción, Ronnie Rondell, quien aceptó el trabajo, aunque con cierta desconfianza.
Él explicó que, en las películas, la persona incendiada corre o cae, por lo que se aleja de las llamas, mientras que mantenerse quieto, como lo marcaba el concepto, era muy arriesgado. No se equivocó, ya que durante la sesión perdió una ceja y parte del bigote.
¡Sin portadas!
Pink Floyd sorprendió a fans que escuchan su música en plataformas al eliminar todas las portadas de sus discos y reemplazarlas por definiciones textuales de cada concepto gráfico, por ejemplo, «dos hombres de traje se dan la mano, uno está en llamas» (Wish You Were Here), «un prisma refracta el espectro de luz» (The Dark Side of the Moon) o «un muro de ladrillos blancos grafiteados en rojo» (The Wall).
Eso no fue todo: la web oficial de la banda solamente mostraba un círculo con un envoltorio de plástico negro, la misma textura que adornaba las portadas suprimidas en el streaming.
Al parecer, y por cumplir hoy 50 años Wish You Were Here, cuya portada estaba envuelta precisamente en una bolsa negra, esto sería una especie de tributo a aquella idea de marketing… y el posible anuncio de un box set para relanzar el disco.