Autoridades de México y Estados Unidos celebraron el registro del primer ejemplar de lobo mexicano (Canis lupus baileyi) nacido en libertad en el Área de Protección de Flora y Fauna Campo Verde, Chihuahua.
“Este registro se ubica en las cercanías de las localidades donde se han llevado a cabo liberaciones de ejemplares como parte del programa binacional México-Estados Unidos para la reintroducción de la especie, lo que confirma que el ejemplar es parte de las camadas de vida libre registradas en la región desde el año 2014, por lo que representa un gran avance en la conservación de los lobos al poder hablar ya de las primeras poblaciones silvestres del país después de más de cinco décadas”, señaló la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Las liberaciones al medio silvestre iniciaron en 1998, en Estados Unidos y a finales de 2011 en México, la primera entre Sonora y Chihuahua, en donde se ha considerado un éxito.
Después de haber permanecido extinto en vida libre, el 11 de octubre de 2011, la Conanp liberó cinco lobos mexicanos, tres hembras y dos machos, en un predio privado de la Sierra de San Luis, ubicada en la frontera de Chihuahua y Sonora, los cuales se desplazaron hasta un rancho en el Municipio de Janos, Chihuahua, en donde cuatro murieron y de acuerdo con las necropsias fue por envenenamiento.
Entonces se dijo desconocer si habían muerto como consecuencia de una acción deliberada de matarlos o por haber ingerido veneno que se encontraba en el campo con la intención de matar a algún otro depredador. Sin embargo, se trabajó con la población para educarlos sobre la importancia de la reintroducción de la especie en vida libre.
Una década después ya se estimaba que habitaban 17 camadas de lobos nacidos en vida silvestre en Chihuahua.
Sobre el nuevo registro en Campo Verde la Conanp informó se realizó gracias al monitoreo de Abel Guerrero Tello, integrante del comité del Área Natural Protegida (ANP), ubicada en el Noroeste del Estado de Chihuahua, quien al revisar los vídeos de una de las cámaras-trampa, notó la presencia de un “coyote extraño” bebiendo agua, mismo que al ser revisado por César Hernández, jefe de departamento del ANP, advirtió que en realidad se trataba de un lobo mexicano, y no portaba el collar GPS satelital, lo que significa que es un ejemplar nacido en libertad.
“Con labores de vigilancia y monitoreo biológico constante, brindando alternativas a los ganaderos ante eventos de depredación como el asesoramiento para la aplicación del Fondo de Aseguramiento, la prevención y el combate de incendios forestales, así como educación ambiental, la Conanp contribuye con el cuidado y la protección de la biodiversidad en beneficio de las comunidades y ecosistemas de la región y mantiene el firme compromiso asumido” con las liberaciones dentro del Estado de Chihuahua, destacó.
Informó que el lobo mexicano es el cánido silvestre más grande de México, alcanzando una talla entre los 130 y los 180 centímetros del hocico a la cola; los adultos tienen un peso promedio de 33 kilogramos; presentan una cabeza ancha, hocico corto y grueso, con los ojos separados y pequeños, con orejas cortas redondeadas y erectas; y las patas delanteras anchas son más largas que las traseras.
Su pelaje es largo de color café grisáceo en el dorso y más claro en el vientre y las patas, pero presenta variaciones de color que pueden ser del blanco al negro.
“Es un depredador tope con una avanzada estructura social, agrupándose en manadas de hasta 30 individuos y grupos familiares de 3 a 5 animales, originalmente se alimentaba de mamíferos como el venado cola blanca y bura, berrendos, pecaríes de collar, borregos cimarrones y conejos”, relató Conanp.
Se distribuía en bosques templados y pastizales de Chihuahua, Sonora, Coahuila, Nuevo León, Durango, Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, el Bajío y la meseta central, llegando incluso hasta Oaxaca, entre las dos Sierras Madre Oriental y Occidental, y hasta poco más al sur del Eje Neovolcánico transversal, en altitudes superiores a los 1,500 metros sobre el nivel del mar.
“Con todas estas acciones de conservación el lobo mexicano pasó de la categoría de Extinto en vida libre (E) a en Peligro de Extinción (P) según la NOM-059-SEMARNAT-2010, ya que su población silvestre se estima de 30 a 35 ejemplares y en su futuro ya no luce tan sombrío como en el pasado, dejando de ser ‘el malo del cuento’”, destacó.