La Secretaría de Salud del Estado confirmó dos muertes más de menores de la etnia rarámuri a causa de complicaciones derivadas del sarampión, con lo que se acumulan 20 fallecimientos en Chihuahua y 4 mil 243 casos confirmados en 48 municipios desde que se detectó el primer contagio en febrero.
El caso más reciente corresponde a una niña de cuatro años originaria de Cuauhtémoc que murió el 9 de septiembre en la ciudad de Chihuahua. Un día antes, el 8 de septiembre, se registró en Delicias el fallecimiento de un niño rarámuri de tres años. Días previos, el 6 de septiembre, la dependencia informó sobre la muerte de una bebé rarámuri de 11 meses en Camargo. Ninguno de estos menores contaba con antecedente de vacunación.
En agosto falleció un niño de un año cuatro meses de Cuauhtémoc el 29 y dos días antes, el 27, un niño de un año dos meses en Chihuahua capital. El 25 de ese mes se registró en Camargo el deceso de una mujer de 19 años nueve meses y el 13 en ese mismo municipio la muerte de un adolescente de 15 años cuatro meses.
En julio murieron un hombre de 46 años de Bocoyna y una niña de seis años un mes de Carichí, ambos el 21; el 13 falleció en Chihuahua capital una mujer de 48 años y el 6 en Creel un hombre de 54.
En junio se notificaron varias muertes: el 27 murió en Ojinaga un niño de dos años, el 16 en Meoqui una mujer de 27 y el 15 en Buenaventura un niño de cinco años cinco meses. Antes, el 6 de junio murió en Cuauhtémoc una niña de cuatro años cuatro meses y el 29 de mayo en ese mismo municipio un hombre de 27.
En abril y mayo se documentaron los decesos de una niña de dos años en Ojinaga el 17 de mayo, un bebé de 11 meses en Namiquipa el 6 de mayo, un niño de siete años con leucemia linfoblástica en Ojinaga el 2 de mayo y un hombre de 31 años con diabetes mellitus tipo 2 descontrolada en Ascensión el 3 de abril.
Con estos casos, Chihuahua se mantiene como la entidad con mayor número de fallecimientos y contagios por esta enfermedad prevenible en el continente americano. La dependencia reiteró el llamado a padres y tutores para completar los esquemas de vacunación de la población infantil y reforzar las medidas preventivas en las comunidades más vulnerables.